Extremistas en Irán secuestraron el martes a 14 efectivos de las fuerzas de seguridad cerca de la frontera con Pakistán, en un nuevo golpe a la poderosa Guardia Revolucionaria.
Una fuente anónima citada por medios de prensa dijo que dos de los secuestrados son miembros del departamento de inteligencia de la Guardia. El resto son siete miembros de la fuerza Basij, una unidad voluntaria de la Guardia, además de guardias fronterizos iraníes.
El incidente ocurrió en la madrugada cerca del cruce fronterizo de Loukdan, en la provincia sureña de Sistán y Baluchistán. El área, que está en una importante ruta de tráfico de opio, ha registrado choques ocasionales entre tropas iraníes y separatistas baluchíes, además de narcotraficantes.
La prensa iraní dijo que un grupo afiliado con al-Qaida conocido como Jaish al-Adl reivindicó el ataque.
En un secuestro previo, el grupo extremista mató a un oficial iraní y dejó en libertad a cuatro soldados tras mantenerlos cautivos por casi dos meses. Los rehenes fueron al parecer llevados a Pakistán.
La Guardia Revolucionaria confirmó el nuevo secuestro y dijo que fue obra de “traición cometida por infiltradores”.
La declaración culpó a “un grupo terrorista guiado y respaldado por servicios de inteligencia extranjeros” y dijo que las fuerzas de seguridad iraníes “perseguirán a los bandidos, terroristas e infiltradores”. Dijo que los perpetradores fueron “contratados por países regionales malvados, reaccionarios y entrenadores de terroristas”, en referencia al rival regional de Irán, Arabia Saudí y sus aliados en el Golfo.
El general Mohammad Pakpour, comandante de las fuerzas terrestres de la Guardia, pidió una operación conjunta iraní-pakistaní contra los responsables de los secuestros. Dijo que Pakistán tiene “que asumir más responsabilidad en ese sentido”.
La televisión estatal iraní dijo que el ataque ocurrió cerca de una estación de la guardia fronteriza pakistaní.
La cancillería de Pakistán expresó preocupación por los secuestros y dijo que las fuerzas armadas de los dos países estaban tratando de determinar el paradero de los cautivos.
Teherán / AP
