Un nuevo estudio de investigadores chinos, publicado a finales de junio en la versión en línea de la revista Icarus, ha propuesto mitigar la amenaza de asteroides de gran tamaño, capaces de borrar de la faz de la Tierra ciudades enteras, con los cohetes de fabricación nacional Larga Marcha 5.
Aunque, según cálculos de los astrónomos, no existe ninguna advertencia de colisión que represente una amenaza para la vida en nuestro planeta al menos durante los próximos cien años y de hecho, la improbabilidad del impacto de cualquier asteroide supera el 99 %, en el hipotético caso de que el espacio traiga alguna que otra sorpresa desagradable, los científicos de China han sugerido que se puede cambiar el rumbo de los potencialmente peligrosos objetos rocosos que se acerquen a la Tierra. Así lo reseñó el portal de noticias RT.
Como semejante tarea implica la necesidad de grandes cantidades de energía cinética, se podría recurrir a las armas nucleares, pero si bien se lograría el objetivo, la explosión tras su impacto podría descomponer el blanco en varios fragmentos peligrosos que, de alcanzar la Tierra, podrían causar daños.
Asimismo, los investigadores propusieron lanzar a la vez 23 cohetes Larga Marcha 5 al espacio, que pesan casi 900 toneladas cada uno durante el despegue, con deflectores instalados en la parte superior, que son unos dispositivos diseñados para evitar la fragmentación del asteroide, y, de esta forma desviar el blanco cambiando su trayectoria de vuelo.
RT indicó que los autores del estudio realizaron sus cálculos tomando como ejemplo el asteroide Bennu, de 490 metros de diámetro y tan alto como el rascacielos neoyorquino Empire State Building, que sí podría provocar consecuencias desastrosas, pero tiene un 0,037 % de probabilidad de impactar contra la Tierra, y eso en todo caso sería entre 2175 y 2199.
Los chinos no son los únicos que han planteado desviar los asteroides con cohetes. Una misión similar fue propuesta también por investigadores de la NASA y el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, en California, en 2018. En un escenario del lanzamiento de cohetes 10 años antes del potencial impacto, se necesitarían entre 34 y 53 cohetes Delta IV, y en el caso de aumentar ese plazo hasta 25 años, podría limitarse a entre 7 y 11 lanzamientos.
Sin embargo, según los cálculos de científicos chinos realizados en el marco de su nuevo estudio, la tarea de desviar un asteroide como Bennu presupondría el lanzamiento de 75 cohetes Delta IV con 10 años de antelación, bastante más en comparación con los 23 cohetes chinos Larga Marcha 5 necesarios para lo mismo.
China / Redacción web