Desde el pasado mes de enero diversos gobiernos regionales han emitido resoluciones que buscan controlar la distribución de alimentos en estas zonas, generando alarma entre el sector productivo, pues además de afectar la llegada de insumos básicos al resto del país, se atenta contra la continuidad de la producción nacional.
La advertencia la hizo el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), Carlos Albornoz, quien aclaró que “no hay ordenanza, ni decreto, que esté por encima de la Constitución”, de allí que considere ilegales los decretos emanados de cuatro gobernaciones para disponer de parte de la producción agropecuaria.
Específicamente el dirigente de Fedenaga se refiere a las resoluciones expedidas por las autoridades de Apure, Barinas, Cojedes y Guárico (principales regiones productoras), en las cuales impiden la distribución y libre comercialización de ganado, carne, leche y quesos, y obligan a la venta de un porcentaje de lo producido a estas gobernaciones.
En el caso de Barinas, el decreto de Abastecimiento Soberano 004/18, dicta que los ganaderos están obligados a negociar con la gobernación hasta 50% de lo que será llevadas a mataderos, y serán pagadas a precios en pie.
Albornoz acusó que “el sector agroalimentario posee rango constitucional y el Estado está en el deber de incentivar la producción en función del abastecimiento, por lo que estas actividades confiscan y violan los derechos de los productores”.
A su juicio, la ya menguada capacidad de producción nacional se verá más afectada, pues este tipo de ordenanzas generan pérdidas, ya que las gobernaciones y alcaldías obligan a la venta del producto a un precio por debajo de los costos.
Ante el destino que pueda correr el trabajo del sector pecuario, explicó que “el único alimento que queda en volumen en Venezuela sigue siendo el pie de cría del ganado”.
Crisis
Sobre el efecto de las “confiscaciones” en el negocio pecuario, el presidente de Fedenaga insistió en que las “nefastas intervenciones de funcionarios” en todo el sector provocarán que siga cayendo la producción y; por ende, la oferta.
Explicó que en apenas 60 días debe comenzar el ciclo de siembra 2018, pero las tierras “están 50% más crítica que lo que estuvieron en 2017. Señaló que el Ministerio de Agricultura y Tierras anunció que importará 180 mil toneladas de fertilizante, pero esa cantidad sólo alcanza para cultivar unas 450 mil hectáreas, es decir, 10% de los alimentos que demanda el país.
Aunque la situación es crítica, y los expendios están desabastecidos, el vicepresidente del Area Económica, Wilmar Castro Soteldo, aseguró que trabajan en el “diseño de estrategias para superar el bloqueo imperial y garantizar la satisfacción de necesidades del pueblo“, mediante el impulso de la transformación productiva.
Caracas / Andreína Vargas