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Experta considera que deberemos aprender a convivir con el coral invasor asentado en Sucre y Anzoátegui

febrero 27, 2023
El coral invasor ya es imposible de erradicar de acuerdo a las investigaciones que se adelantan en la entidad oriental / Fotos: Cortesía IOV - UDO

Las reacciones de gente cuando oye hablar o lee en medios digitales que hay un coral invasor que “está acabando con Mochima”, uno de los parques nacionales marinos más bellos del país y cuidado como si no del mundo, son tremendas. Hay quien se imagina que se trata de una especie de animal mortífero. Hasta les pasa por la mente que estamos ante un mundo pre apocalíptico, en el cual emergerán criaturas que acabarán con todo.

Pero en la realidad, nada puede ser más lejano de este tipo de escenarios y tal como lo pregona la doctora Sinatra Salazar, investigadora del Instituto Oceanográfico de Venezuela de la Universidad de Oriente (IOV-UDO) y única docente que dirige un grupo de investigación sobre el “infame” Unomia stolonífera o Xenia, como le dicen los pescadores, “hay que apegarse a la ciencia” y hacer el trabajo de cambiar estrategias y métodos en torno a la conservación y el cuidado del ambiente.

Y es que el coral, que se introdujo en las costas de Anzoátegui en 2007, diseminándose posteriormente hacia Sucre y que ha alcanzado costas aragüeñas, está lejos de salir de la vista y mucho menos de erradicarse, pues esta especie invasora, cuyas consecuencias aún se están investigando, llegó para quedarse.

En la investigación sobre el coral blando, que se cree fue introducido como especie ornamental para cultivo en la acuariofilia, trabajan investigadores del IOV y del Departamento de Biología de la UDO, y colaboran Insopesca, Cenipa, Minec Sucre, Inparques, Inia, Fundacite, Fundación Idea, Zona Educativa y un amplio grupo de trabajo, con el fin de evaluar la invasión y hacer las investigaciones pertinentes sobre la biología del animal y sus características.

De entrada, la investigadora no aconseja la extracción a “pico y pala”, como se lleva a cabo en parte del parque Mochima en Anzoátegui, y que hasta ahora no ha funcionado. Según declaraciones de funcionarios gubernamentales, se continuará con esta metodología en Anzoátegui, aunque está demostrado que no es la mejor técnica para atacar el organismo, pues lo propaga con más facilidad y rapidez.

En el caso de la investigación que se ejecuta en Sucre, se introdujo un proyecto de investigación en el Ministerio de Ciencia y Tecnología y fue aprobado, por lo que arrancaron a trabajar en julio de 2022.

“Tuvimos un financiamiento en su momento de 8 mil dólares, que es administrado por la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (Fundacite) Sucre, con colaboración increíble de todo el personal, hasta el momento se ha hecho un buen trabajo. Para junio del presente año, el ministerio espera resultados del proyecto. Estamos ansiosos y trabajando por dar una respuesta. Queremos dar una alternativa a las comunidades asentadas en el parque nacional Mochima”, dijo.

Evolución

Para Sinatra Salazar, el caso del Unomia stolonífera, es un fenómeno evolutivo que debe ser estudiado y que no se puede controlar. “Vamos a cambiar una biodiversidad por otra. Así como en su momento desaparecieron los dinosaurios para dar paso a los mamíferos, así mismo, estamos ante un fenómeno evolutivo”.

Cree que a estas alturas y luego de más de una década de la introducción de la especie, ya no se puede hablar de erradicarla. “Eso no es cierto, cuando le decimos a nuestras comunidades que vamos a erradicar al invasor estamos mintiendo, porque las especies exóticas una vez establecidas, en ámbitos como éste que no tiene límites ni fronteras, son imposibles de erradicar”.

Por otro lado, insistió en que el tipo de extracción que se está usando no es la adecuada. “Ver praderas de Unomia stolonífera en el parque nacional Mochima y hablar de sacarlo es arar en el mar”.

Se impone, eso sí, dijo, la prevención y cuidar las zonas que no están invadidas, como el Golfo de Cariaco, donde hay reportes, pero aún no se ha comprobado su presencia.

Adaptativo

En cuanto al animal, Sinatra Salazar tiene mucho que decir: se trata de un organismo con reproducción sexual y asexual. Esta última le permite ser un invasor exitoso, porque se fragmenta y cualquier pedacito que quede en el ambiente ya es una nueva colonia.

Precisó que es un organismo que como muchas especies invasoras en un nuevo ambiente no tiene depredadores, aunado al hecho de que tiene sustancias en su cuerpo que hace que otros organismos no se acerquen. “Unas pocas especies pudieran estar asociados a él, sin embargo, no es nocivo al ser humano. Está claro que parece una alfombra gris, es un poco baboso y da mal aspecto. Eso a la gente no le gusta”, dijo la investigadora, quien reconoció que el coral no es urticante ni segrega sustancias nocivas ni para los seres humanos.

Explicó que el coral encontró en nuestras costas un ambiente ideal para su crecimiento y desplazamiento. “Se ha adaptado muy bien y alcanza muchas distancias. Está en Aragua, creo que ha llegado a Falcón. Y está localizado en el parque nacional Mochima”.

Reconoció que hay afectación a nivel turístico y en parte de la pesquería. “Y los más importante, el daño que está causando a los ecosistemas dentro del parque”.

Aclaró en base a los muestreos realizados, que ni en la bahía de Santa Fe, específicamente en la zona del saco, así como en la bahía de Mochima, a excepción del muelle del pueblo, no hay Unomia stolonífera, “por eso es importante y lo que urge actualmente es el resguardo de esas zona. Nosotros ya dimos un primer paso, llevamos una propuesta a Inparques, ente rector en esta situación, porque hay que diligenciar la protección del saco de la bahía de Santa Fe, una especie de zona de resguardo temporal ante la contingencia, ya que sabemos que legalmente el PNM tienen zonas bien establecidas para diferentes resguardos”.

Agregó que la Fundación IDEA ofreció llevar la propuesta más arriba, a la central en Caracas, como primer paso hacia la protección de esta zona. “Hay que resguardar lo que no está invadido y hay que controlar lo que está invadido”. Salazar anunció que, recientemente, se puso al tanto de esta situación, así como de las propuestas, al Fiscal con competencia en Ambiente a nivel nacional y del del estado Sucre.

La investigación, busca caracterizar el organismo y las determinaciones están fundamentadas en la aplicación de tecnologías científicas, basadas en una metodología bien rígida, objetiva, para evaluar todos los objetivos que tiene planteado el proyecto.

“Terminamos recientemente el muestreo en lo que es la bahía de Santa Fe, la bahía de Mochima y vamos hacia el golfo de Cariaco. Nuestro proyecto es ambicioso porque queremos llegar hasta las costas de Cumaná y un poquito más allá, pero este objetivo solo se alcanzara con la participación activa de la comunidad organizada y comités de pescadores, muchos ganados y colaborando con esta tarea desde el inicio del proyecto”.

“En la bahía de Mochima, lo que es el pueblo, y en el muelle de la Fundación IDEA hay Unomia stolonífera, es una invasión muy restringida, e incluso, los mismos pescadores, viendo nuestro trabajo, no la han tocado, y en Idea menos que menos, no la tocamos, y se ha mantenido focalizada ahí”.

Aclaró que la presencia de este organismo está directamente relacionada con los sitios de lance y donde generalmente están los pescadores, y algunas zonas donde la han llevado por transporte, por turismo.

Presencia

La investigadora de la UDO afirma tajante que "se trata de una especie que llegó para quedarse. ¿Cuál es la alternativa? control, mitigación de la invasión, prevención, protección a las zonas que no están invadidas”.

Refirió que, por ejemplo en la zona de la bahía de Santa Fe, hay gente en las posadas que mantiene una guerra a muerte para impedir que Unomia stolonífera llegue a sus espacios, en muchas no hay. Son vigilantes de su ecosistema, y hacia allá estamos trabajando. Que la gente sea vigilante y puedan trabajar en la prevención y cuando vean una invasión incipiente atacarla y no solo de Unomia stolonífera, sino de cualquier otra especie exótica”.

Sin embargo, reconoció que el coral está asentado hacia Anzoátegui, “zonas como islas Caracas, Isla de Plata, están completamente invadidas”.

Cree que la otra alternativa es “aprender a vivir con el enemigo, como han hecho los brasileños con sus especies invasoras de corales blandos. Mira que es bastante decir las zonas marinas protegidas en Brasil que son enormes y están invadidas”.

Hay dos vertientes de la investigación, una es la parte ecológica de la invasión, el tratamiento de este organismo como una especie invasora, el diseño del plan de monitoreo, y la evaluación de lo que hubo, de lo que hay y de lo que pudiera recuperarse

El otro proyecto lo lleva la Fundación Idea y es coordinado por la magister Carol Lárez, consiste en el diseño de un biocontrol, un extracto a partir de otras especies invasoras para la eliminación de Unomia stolonífera, “pero recientemente lo decíamos, ya sea el extracto, ya sea un mecanismo de extracción que también estamos diseñando, esto es para controlar pequeñas invasiones, yo como el dueño de una posada pueda limpiar la playa, el pedacito de playa que me corresponde y mantener el coral a raya, pero yo no puedo aplicar esas técnicas a una invasión ya establecida, de las magnitudes que ya ha alcanzado, y sobre en un espacio que no hay límites, como es el mar”.

Trato inadecuado

Salazar considera que ha sido un error demonizar a Unomia stolonífera, ya que esto solo causa alarma y malestar en la población local principalmente, que lleva generalmente a tomar medidas desesperadas y poco asertivas sobre el problema. “Este coral es una especie que simplemente ha conseguido las condiciones ideales para vivir, para adaptarse y avanzar. Estamos enfocados en que nos está dañando y no hemos visto otros aspectos de este tipo de fenómenos”.

Explicó que investigaciones previas a nivel mundial, hacen una proyección para los próximos 40 años, de invasiones de especies de corales blandos. “Es sabido que el cambio climático ha estado afectando los corales duros. En su momento, en los tiempos primitivos, las condiciones de la Tierra fueron propicias para que prosperaran los corales pétreos y se formaran grandes y hermosos arrecifes. La crisis climática ha hecho que ese tiempo de los corales duros, esas condiciones que les fueron favorables, hoy le sean favorables a los corales blandos, que son numerosos en especies, que están invadiendo a nivel mundial y que son exitosísimos debido a su gran adaptabilidad, en unos 40 años vamos a cambiar una diversidad por otra. La diversidad de los corales duros va a ser sustituida por la de los corales blandos”.

Además, considera que hay que determinar para qué nos sirve Unomia stolonífera. “No sabemos, es rico en amoníaco, eso sí es posible que tenga alguna aplicación para la producción de alimentos para animales. Tenemos personal de investigación ya abocado que está trabajando para ver para qué puede ser útil”.

Además, señala que la investigación debe evaluar la invasión, ver qué organismos están asociados al coral, qué existía antes, para poder decir si el coral ha acabado con algo, sincerar las estadísticas pesqueras, “porque hemos satanizado al organismo, al decir que ha acabado con la pesca. No, la pesca venía disminuyendo desde hace unos años y tenemos otros factores como la pesca deportiva, el buceo, la extracción de las especies importantes de los arrecifes. Todo eso, si se quiere, ha llevado a un límite a la pesquería”.

Sucre/ Yumelys Díaz

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