Los temores a una pandemia global de coronavirus sacudieron el lunes a los principales centros financieros del mundo, ante el incremento de casos en Italia y luego de que países de Oriente Medio reportaron sus primeras infecciones, incluso a pesar de que China presentaba menos contagios en Pekín y otras ciudades.
El virus ha llevado al gobierno chino a poner en cuarentena algunas grandes ciudades, afectando el tráfico aéreo al centro manufacturero del mundo e interrumpiendo las cadenas de suministros para todo: desde autos y repuestos a teléfonos inteligentes.
Pero las medidas de China, en especial en la ciudad de Wuhan, probablemente evitaron cientos de miles de casos más, dijo el jefe de la delegación en Pekín de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Bruce Aylward, instando al resto del planeta a seguir el ejemplo y actuar rápidamente.
“Ellos están en un punto ahora en el que el número de personas recuperadas en los hospitales es mucho mayor a la cifra de contagios”, sostuvo.
El aumento de los casos fuera de China continental provocó fuertes caídas en los mercados globales porque los inversores huyeron hacia activos de refugio. Las bolsas europeas sufrieron su mayor baja desde mediados de 2016, el oro se disparó a un máximo de siete años y el petróleo cayó casi un 5%.
El lunes, el Promedio Industrial Dow Jones se hundió a un mínimo de dos meses, mientras que el índice S&P 500 y el Nasdaq se situaron en un piso de tres semanas, perdiendo más de un 3%.
El indicador del nerviosismo de Wall Street, el índice de volatilidad CBOE .VIX, saltó a un máximo de seis meses.
Optimismo caído
A inicios de la semana pasada, los principales índices de Wall Street alcanzaron niveles récord, en parte debido al optimismo respecto a que la economía global podría superar sin problemas el impacto del coronavirus.
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la utilización de la palabra “pandemia” no se ajustaba a los hechos.
“Debemos enfocarnos en la contención mientras nos preparamos para una posible pandemia”, dijo a periodistas en Ginebra, y agregó que el mundo no estaba presenciando una propagación descontrolada o muertes a gran escala.
La epidemia en China alcanzó su punto máximo entre el 23 de enero y el 2 de febrero y el ritmo de contagios ha estado disminuyendo desde entonces, dijo la OMS.
El secretario general de la ONU, António Guterres, quien emitió declaraciones en Ginebra, dijo que era posible contener la enfermedad, pero advirtió: “Si algunos no hacen todo lo que se necesita, esto podría quedar fuera de control y derivar en consecuencias dramáticas para la salud y la economía global”.
EE.UU evalúa pedir fondos
El gobierno de Estados Unidos está considerando pedir al Congreso fondos de emergencia para mejorar su respuesta al virus de rápida propagación, dijeron el lunes un portavoz de la Casa Blanca y una fuente de la administración. Político y el Washington Post informaron que el gobierno de Donald Trump podría solicitar 1.000 millones de dólares.
En China, el jefe la Comisión Nacional de Salud, Liang Wannian, dijo que aunque el acelerado incremento de casos se había detenido, la situación aún era sombría. Afirmó que más de 3.000 trabajadores médicos se habían infectado, la mayoría en la provincia de Hubei que rodea a Wuhan, probablemente debido a la falta de equipos de protección y a la fatiga.
El coronavirus ha infectado a casi 77.000 personas y ha matado a más de 2.500 en China, la mayoría de ellas en Hubei.
En general, China reportó 409 nuevos casos en el continente, en comparación con los 648 del día anterior, llevando el número total de infecciones a 77.150 casos al 23 de febrero. La cifra de muertos se elevó en 150 a 2.592 personas.
Italia en jaque
El mayor brote en Europa se encuentra en Italia, con unas 150 infecciones, en comparación con solo tres antes del viernes. Se reportó además un sexto fallecimiento.
En el norte italiano, las autoridades pusieron bajo cuarentena a las ciudades más afectadas y prohibieron las reuniones públicas en una zona amplia, deteniendo el carnaval en Venecia, donde hubo dos casos. El primer ministro, Giuseppe Conte, afirmó el lunes que el impacto del coronavirus sobre la economía del país podría ser “muy fuerte”.
El brote en Italia se originó en Codogno, una pequeña ciudad al sureste de Milán, donde se trató al primer paciente infectado de Lombardía, un hombre de 38 años que ahora se encuentra en condición estable.
Austria suspendió brevemente los servicios de trenes a través de los Alpes desde Italia después de que dos viajeros que vinieron de Italia mostraron síntomas de fiebre. Ambos dieron negativo para el coronavirus.
Japón tenía 773 casos a última hora del domingo, principalmente en el crucero bajo cuarentena cerca de Tokio.
En Corea del Sur, las imágenes de drones mostraron lo que parecían ser cientos de personas haciendo una fila ordenada frente a un supermercado Daegu para comprar máscaras de protección.
Londres / Reuters