El presidente boliviano, Evo Morales, cumple doce años de gobierno en Bolivia con la posibilidad de mantenerse en el poder en un nuevo intento electoral en 2019, ante temas irresueltos en el país andino como la Justicia y la sanidad pública, motivos de protesta en el último año.
Morales celebrará este 22 de enero el doce aniversario de la fundación del Estado Plurinacional de Bolivia instituido por decreto cuando asumió la presidencia en 2006 luego de una aplastante victoria electoral.
El gobernante en esta fecha acostumbra a brindar al Congreso un informe de varias horas sobre la situación de la nación, para luego encabezar algunos festejos.
Los doce años de Morales en el Gobierno se han caracterizado en materia política por la promulgación de la Constitución del país en 2009 y por lo que ha llamado la "revolución democrática y cultural", un proceso de inclusión social de los grupos desfavorecidos, como indígenas y mujeres, que ahora busca ampliar hasta el 2025 si es reelegido en 2019.
El abogado y analista político Gonzalo Mendieta dijo a Efe que la presidencia de Morales "ha roto un dique para bien", hacia una mayor "igualdad en la sociedad boliviana", pero pese a ello no ha "podido construir un nuevo orden".
"Es lo que va a quedar de este proceso (la inclusión) y mi impresión es que cumplido este objetivo no hay más cosas que puedan añadirse a la agenda grande del país", indicó el experto.
Consideró que la pretensión de Morales y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), de mantenerse en el poder ha hecho que afronte los problemas con una mirada a corto plazo y el uso de una "retórica feroz" contra sus detractores.
También, a su juicio, existe en Bolivia "una mayoría políticamente no articulada que se muestra descontenta con algunas decisiones del Gobierno", opuesta a la reelección de Morales, que ha manifestado su desacuerdo en "temas subsidiarios" como la Justicia y la sanidad.
Morales y su Gobierno han reconocido abiertamente que los problemas en la Justicia del país son algo pendiente y además han convocado a un gran encuentro nacional para mejorar la sanidad pública, luego de que una huelga médica de mes y medio desnudara problemas estructurales en el sistema sanitario.
No obstante, los colaboradores del presidente indígena han identificado a la estabilidad política y al crecimiento económico como los logros más importantes de su gestión, por lo que encuentran en ambos aspectos las razones para que la presencia del líder indigenista en el Gobierno se extienda.
La abogada y exlegisladora oficialista Rebeca Delgado declaró a Efe que pese a los logros de inclusión social "no ha habido una revolución moral" en el Gobierno, lo que hace que los "niveles de inclusión ni se vean" y en cambio son más percibidos los "problemas de corrupción".
Delgado fue presidenta de la Cámara de Diputados durante el segundo Gobierno de Morales (2010-2014) y se apartó del MAS tras fricciones internas con el vicepresidente el país, Álvaro García Linera.
Para la jurista, en los últimos años el Gobierno ha manejado la gestión bajo criterios "políticos y partidarios", como la asignación de cupos de poder y la utilización de las leyes a beneficio propio, lo que en su opinión ha afectado su legitimidad.
"En la Asamblea (Parlamento) tienen dos tercios (mayoría), pero en la calle ya no tienen dos tercios", apuntó la política.
Morales pidió a su equipo de ministros, antes de comenzar el año, hacer más eficiente la ejecución del presupuesto público para cumplir con las metas de desarrollo, antes de pensar en la campaña electoral para los comicios presidenciales de 2019.
El mandatario de Estado se presenta como el candidato inamovible e imprescindible dentro del oficialismo, mientras que los sectores sociales y el MAS piensan en quién podría acompañarlo dado que su vicepresidente García Linera descartó la posibilidad de ir a la reelección.
La Paz / EFE