Días atrás, el ex gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, lanzó a la palestra una propuesta que avivó la polémica en la ya de por si espinosa escena de debate opositora.
El dirigente de Primero Justicia (PJ) abogó por realizar unas elecciones primarias completamente abiertas para escoger al abanderado único que se enfrentará al chavismo en las presidenciales de 2024.
De esta manera, Capriles encaró a parte de la cúpula del G4 -integrada por las alas de Voluntad Popular (VP) y Acción Democrática (AD) que rechazan la presencia de los llamados “alacranes”, dirigentes que desde 2020 se hicieron con los símbolos y tarjetas de los partidos intervenidos judicialmente. A estos se suman otros sectores disidentes -como, por ejemplo, el de PJ-, que conforman la “oposición light” que es aceptada por el Gobierno.
“¿Cómo deben ser esas primarias? Una primera vuelta presidencial, donde todo el que quiera participar debe tener el derecho, sean alacranes, dinosaurios, leones, gatos. Porque al final decide es el venezolano”, dijo Capriles en rueda de prensa el pasado 6 de junio.
Más allá de la retórica sobre la necesidad de inclusión dentro de la Plataforma Unitaria, lo cierto es que existe una marcada resistencia a la integración dentro del amplio espectro de factores que adversan al chavismo. Y es que no sólo se trata de que la cúpula del G4 cierre las puertas a algunas opciones de liderazgo, sino de las mismas toldas independientes (como Vente Venezuela, Fuerza Vecinal y la Alianza del Lápiz) se muestran renuentes a pactar acuerdos para precandidaturas.
Especialistas consultados por El Tiempo advierten que en la actual encrucijada de la oposición -con unas eventuales primarias previstas para 2023-, resulta necesario abrir caminos para que las elecciones internas sean amplias. Aseguran que eso, lejos de profundizar las diferencias, se revertirá, a futuro, en menos divisiones.
“Abrir el espectro de participación, cierra la división”, acota Paola Molina Noguera, consultora política en campaña electorales.
La especialista señala que es normal que salgan muchas voces a aspirar protagonismo. “Lo importante es que el electorado se sienta representado por diferentes candidatos en una eventual primaria, para que los resultados obtenidos sean aceptados por los votantes en general, sin dejar espacio para exclusiones que se conviertan luego en atacantes de la legitimidad de las primarias”.
Para el consultor político Daniel Rico, uno de los primeros pasos que se debe adoptar de cara a las primarias es “eliminar del discurso el calificativo de alacranes”, una acción que tendría que ser promovida entre factores de la oposición, que no necesariamente provengan de los partidos.
En los últimos años, han sido muchos los dirigentes a quienes grupos opositores ha señalado de alacranes, desde Bernabé Gutiérrez -del ala de AD a la que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) entregó en 2020 el control de la tolda blanca-, hasta más recientemente, Gustavo Duque, alcalde de Fuerza Vecinal en el municipio caraqueño de Chacao -señalado por supuestamente entregar a unos jóvenes manifestantes de VP a las fuerzas de seguridad del Estado-, pasando por los representantes de Primero Venezuela -movimiento escindido de PJ.
“La mayoría de las veces se califica de alacrán a opositores que no están de acuerdo con quienes monopolizan la oposición. Pero estas personas también son opositoras (…) Lo primero que tiene que existir es un gran acuerdo entre factores democráticos, sociales y de opinión que empiecen a desterrar y a fustigar a quienes viven señalando de alacranes solamente a quienes opinan de una manera diferente de cómo se debe llegar a una salida democrática en el país”.
Rico agrega que, para lograr unas primarias realmente amplias, debe existir la suficiente madurez política para llegar a acuerdo nacional “y a estrategias conjuntas y soluciones que puedan servir para todos los que adversan al régimen”.
Para el especialista uno de los puntos claves para poder llegar a ese acuerdo, es que, primero, se discuta y se concuerde un mecanismo de elección que sea aceptado por todos, “lo más transparente posible y en el que el árbitro que se utilice sea el más idóneo y el más certero a la hora de dar los resultados, sin generar ningún tipo de duda”. “El otro punto es tener la responsabilidad de admitir que el veto (de los candidatos) sólo beneficia al Gobierno. Esto es fundamental”.
Sin embargo, para el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), Benigno Alarcón, el problema para alcanzar “un acuerdo entre la oposición, es que las estrategias” no parecen apoyarse “por su idoneidad para derrotar al oficialismo, sino para derrotar a los otros opositores”.
“Preocupa que los que demandaban primarias hoy, extrañamente, dicen que las primarias no sirven para escoger al candidato ideal. ¿Será que algunos de quienes hoy lanzan piedras a las primarias creen que son o tienen al candidato ideal que nadie elegirá?”, apunta Alarcón.
Partidos como Fuerza Vecinal, Vente Venezuela (VV), o la Alianza del Lápiz han expresado su intención de mantenerse al margen del proceso, si las condiciones no dejan de ser excluyentes para sus bases.Para el consultor político Aldo de Santis, ese rechazo de los partidos independientes a las primarias buscaría en principio un posicionamiento diferenciado con respecto a las políticas del G4. “Electoralmente es inevitable pensar que cualquier vestigio de quiebre o de ruptura dentro de todos los votos que sean distintos al Psuv, simplemente lo que van a lograr es fortalecer la posibilidad que el actual régimen se mantenga”.
No obstante, revela que la desconexión de los partidos que están alineados o en contra con las primarias, no es el punto relevante.
“Quienes están haciendo política son los liderazgos regionales y municipales de esos partidos. Lamentablemente la dirigencia nacional invierte demasiado tiempo en el debate de los mecanismos de selección, y elección de liderazgos para el futuro, pero ha generado evidentemente una brecha entre su discurso y lo que le gente está aspirando, que es una alternativa de país de cara a un potencial cambio político”.
Sostiene que la desconexión de los partidos que se denominan “independientes” es exactamente igual a la de los partidos del G4.
“Discuten formas de selección que a la gente, en este momento, no le interesan demasiado. Al menos hay liderazgos regionales, municipales y comunitarios (...) Muestra de ello es que actualmente hay más de 100 alcaldes en todo el país que no pertenecen al Psuv. Da igual si los queremos llamar opositores o medianamente opositores, lo cierto es que se trata de un fenómeno que vemos por primera vez en casi 15 años, que están en manos de fuerzas políticas distintas”.
Al parecer, allí estaría la clave para canalizar el liderazgo: el apoyo de la ciudadanía a propuestas de liderazgos regionales en temas que a la gente le interesan.
Ese sería, según algunos analistas, el enfoque que deberían tener las fuerzas democráticas, se llamen G4 o movimientos independientes, al concentrarse en la elección de un solo candidato, al que se pueda llamar “alternativa democrática”.
El politólogo y coordinador regional del Centro Gumilla, Piero Treppicione, también considera que las primarias, más allá de los intereses particulares de las organizaciones políticas y de los candidatos, lo que debe buscar es la identificación “de la narrativa de los aspirantes con los sentimientos de la población”.
Advierte, sin embargo, que hay que estar atentos a los obstáculos que se presentarán en el camino, desde la intención de perjudicar el proceso por parte de algunos actores identificados con la oposición, hasta las maniobras judiciales del Gobierno y la posible aplicación de inhabilitaciones.
“Yo creo que es importante mostrar transparencia absoluta. Obviamente habrá figuras, habrá nombres que tendrán dobles y terceras intenciones, de participar en un proceso para luego cuestionarlo, o sencillamente tratar de enturbiarlo, pero, para todos esos escenarios, hay que estar preparados. También hay que prepararse para que ocurran inhabilitaciones y judicializaciones potenciales del proceso, entre otros factores. Hay que tener respuestas articuladas y organizadas para ello”, agregó.
Indica que resulta necesario organizar primarias con “sentido de innovación” es decir, “evitar actuar como hace diez o 20 años atrás, haciendo que el ejercicio de la ciudadanía realmente cobre vigencia”.
El analista concluye que se debe concebir una elección absolutamente transparente y ciudadana que efectivamente se convierta en un mecanismo para recuperar la afectividad de la gente por el ejercicio de la política y por lo alternativo.
Caracas / Rodolfo Baptista / Rafael Arias