"No me preocupo porque estoy claro que al 80% de la población le va a dar". Con esa determinación se expresó el usuario Luis Bello para justificar el incumplimiento del distanciamiento preventivo contra el COVID-19 en las colas de los bancos.
Mientras avanzaba en la fila para entrar al cajero electrónico del Banco de Venezuela, ubicado en la calle Libertad de Puerto la Cruz, Bello explicó que no significa que no le importe la situación de riesgo, sino que "yo me separo un metro y cualquiera viene y se me pega".
Por su parte, el ciudadano Hernán Marcano, quien esperaba para entrar al cajero de la torre Banesco de la calle Freites, en el centro portocruzano, argumentó que la gente se aglomera "por el desespero de querer sacar dinero en efectivo".
Falta de vigilancia
Al desinterés de las personas para cumplir las normas, se le debe sumar la ausencia de vigilancia por parte de las instituciones bancarias. Al menos esa es la realidad para Marcano. "Los que tienen que dirigir esto son la seguridad del banco, pero no lo hacen" manifestó.
Luis Rodríguez, usuario del Banco de Venezuela, también afirmó que al banco es a quien le corresponde velar porque se cumplan las reglas. "Deberían de poner por lo menos a unos milicianos a separar a la gente" sugirió.
Inconformidad
50 mil bolívares podían retirar los usuarios del cajero electrónico de Banesco, mientras que en el Banco de Venezuela el monto que podían dispensar esos equipos era de hasta 300 mil. A pesar de que había una diferencia considerable entre uno y otro, las personas no estaban conformes.
Luis Bello señaló que esa cantidad no le alcanza para "prácticamente nada". Sin embargo, estaba allí esperando, pues "ese es el banco que más da".
Mientras tanto, Hernán Marcano comentó que "los 50 mil (bolívares) me alcanzan para el pasaje y de broma"
Puerto la Cruz / Javier A. Guaipo / Pasante USM