Angustiados y cansados. Así se encuentran los habitantes del sector Los Cocos que a diario pasan, como mínimo, un promedio de cuatro horas sin energía eléctrica.
Freydimar Álvarez, ama de casa que reside en la comunidad del municipio Mariño del estado Nueva Esparta, es una de las más afectadas por la falta de luz. Es madre de un bebé y cuando se producen los cortes vive "momentos de amargura".
"En Los Cocos tenemos muchas carencias, pero la de la luz es la más crítica. Cuando nos quitan el servicio eléctrico en la noche es horrible, porque los niños se estresan y empiezan a quejarse", comentó la ciudadana con voz entre cortada.
"Lo de la luz es muy negativo, porque cuando se va también falla el agua. Todo eso nos ha llevado a protestar varias veces, pero todavía no hemos sido escuchados por las autoridades gubernamentales. Necesitamos soluciones porque lo de la electricidad es insoportable".
Rosmina De Prado, otra habitante de Los Cocos, está cansada de denunciar las carencias que hay en la zona ante los medios de comunicación. Sin embargo, no pierde la esperanza ser atendida "algún día" por el personal de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
"Lo que nos tiene al borde de la locura es la luz, pero nadie da explicaciones sobre los apagones. Mi nieta y yo vivimos estresadas porque el calor insoportable cuando hay cortes. Aquí necesitamos que las autoridades de la gobernación y de la alcaldía nos echen una mano para solucionar nuestros problemas", comentó al tiempo que criticó la "negligencia" de Corpoelec.
"A mí se me quemó mi nevera y Corpoelec no respondió por eso. Nos tienen al borde de la locura. Nadie me repone mi aparato y eso es malo porque ni mi esposo ni yo tenemos para comprar otro refrigerador".
De Prado sufre cuando su pequeña hija (se reservó el nombre) presenta crisis asmáticas, porque no encuentra la manera de que ella se pueda nebulizar a pesar de contar con el equipo médico necesario para atenderla en su hogar de Los Cocos.
"No hay donde enchufar el nebulizador cuando mi niña tiene asma. Eso es peligroso, porque no sólo sufre al no poder respirar, sino también por verse forzada a caminar conmigo, en medio de la oscuridad, para buscar un lugar donde aplicarse el tratamiento".
Pidió a los gobernantes que atiendan sus necesidades, pues no se explica cómo tienen las ganas de buscar el apoyo electoral de los vecinos cuando demostraron ser incapaces de satisfacer sus requerimientos.
"No quiero volver a los tiempos de antes en los que en medio de la noche, la gente se iluminaba con 'mechurrios' (lámparas artesanales). Aquí lo que se necesita es acaben con ese problema de la luz que es tan grave y nos tiene al borde de la desesperación", agregó.
Porlamar / Joseph Ñambre
