En el municipio Gómez de Nueva Esparta se encuentra el callejón González, donde las carencias están a la orden del día, pues sus pobladores consideran que tanto el servicio de gas doméstico como de agua potable son bastante deficientes.
De acuerdo con Alfredo Ágreda, residente del sector perteneciente a la parroquia Sucre, afirmó que el problema con la distribución del recurso hídrico se presenta desde la década anterior y todavía las autoridades de la empresa Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) no han corregido la situación.
"El problema del agua lleva más de ocho años y, de verdad, nadie hace nada. Así simplemente no podemos realizar labores. En el caso del gas, las bombonas demoran mucho para llegar. Las trajeron el mes pasado (abril) y ya se nos acabaron. Ahora debemos esperar hasta junio para poder recargarlas", comentó el hombre de verbo rápido.
Una necesidad
Ante la falta de gas, tanto Ágreda como sus vecinos se ven forzados a cocinar con leña, algo que genera muchas incomodidades porque los expone a "respirar humo" en una época en la que permanecen encerrados en sus casas para frenar contagios de COVID-19.
"Realmente siento que todos vivimos un retroceso. Esto se puso como antes, cuando era más joven, la gente cocinaba con leña pero ahora eso no debería ser así. Viendo lo que yo pasé de niño, cuando vendía troncos y agua en medio de carencias, y repetirlo no me parece justo".
Recordó que cuando no llega el líquido potable a las casas, muchos individuos se ven obligados a recorrer grandes distancias con baldes llenos para poder asear sus casas, lavar, preparar alimentos y desinfectar los espacios en tiempos de pandemia COVID-19.
"Cuando llega el agua, hay que apurarse bastante. Realmente es incómodo. Por ejemplo, el 'vital líquido' apareció anoche y ya a las 2:00 am no había. De esa manera es imposible realizar cualquier tarea. Lo peor es que hay casas donde no reciben el servicio y no les dan ninguna explicación".
Sin respuestas
Denunció que la alcaldía de Gómez no ofrece su apoyo para corregir las fallas, pues "se hacen de la vista gorda" ante sus peticiones que sólo buscan mejorar la calidad de vida de la gente en la isla de Margarita.
"No hacen nada, simplemente se quedan como muertos. No se dan cuenta de que somos humanos y no podemos soportar tanta desidia. Pienso que los gobernantes se olvidan de que su deber que es ayudar a la gente. Ellos deben llamarnos y reportarse para atender nuestras necesidades y nunca se preocupan por cumplir sus funciones".
"Lo único que queremos es que nos ayuden, aunque sea el consejo comunal que tenemos, porque en esta zona hay pocos habitantes en comparación con otros sectores. Lo que queremos es cuando llegue la bolsa de comida (que proporcionan los Comités Locales de Abastecimiento y Producción-CLAP-), nos den el gas y nos pongan el agua para poder prepararla sin complicaciones", concluyó.
Porlamar / Joseph Ñambre
