Hace unos cinco o 10 años, el pescado era la opción preferida por muchos para preparar los almuerzos debido a su bajo costo en sus distintas presentaciones.
Y es que en comparación con el valor de la carne o el pollo, dos rubros básicos en las dietas recomendadas por especialistas, las especies marinas siempre tuvieron un costo muy por debajo al de los alimentos proteicos tradicionales.
Sin embargo, con el pasar del tiempo esto ha ido quedando en el olvido, pues solo basta con recorrer algunos de los sitios tradicionales de venta de pescado, tales como el mercado de Los Cocos, el de Los Boqueticos o el propio mercado municipal, para corroborar que muchos tipos de pescado ya cuestan igual o más que el pollo y la carne.
Por ejemplo, el kilo de ave congelada tiene un valor promedio de 11 a 12 bolívares (alrededor de $2,5). Esto quiere decir que un pollo entero puede llegar a costar entre 4 y 5 dólares dependiendo del tamaño.
Ahora si se observan los precios promedios de los pescados más comunes, entre ellos el cazón (Bs 5 el kilo), la raya (Bs 4 y Bs 5), la cojinúa (Bs 4), el corocoro (Bs 3 y Bs 4), la cabaña blanca (Bs 3 y Bs 5), Mero (Bs 7), Sierra (Bs 6) y lebranche (Bs 3), queda en evidencia que estos tienen precios similares, y en algunos casos mayores, que el pollo.
Lo mismo ocurre con la carne que en la actualidad es comercializada en el mercado municipal de Puerto La Cruz -principal expendio de alimentos del estado Anzoátegui- a 25 bolívares cada 1.000 gramos, es decir, unos 5 dólares aproximadamente.
Esta situación confirma que las especies del mar prácticamente dejaron de ser las opciones más económicas para preparar almuerzos.
Sobreprecio El vendedor Bonny Medina considera que otro factor que ha estado incidiendo en el precio final del pescado es la especulación de muchos comerciantes. "Por ejemplo, la cabaña que es vendida en los botes por los pescadores tiene un precio que oscila entre 2 o 2,5 dólares, mientras que los vendedores de las mesas en Los Cocos lo terminan ofreciendo en 5 o 6 dólares. Este es solo un ejemplo, pero pasa con los demás especies como tajalí, corocoro, cazón o la raya", comentó.
"Eso era antes que uno compraba una caja de sardina, de cojinúa o de corocoro, y podía comer varios días. Yo recuerdo que en la nevera de la casa siempre había más pescado que carne o pollo porque siempre fue más barato, pero ahorita es todo un lujo", comentó el mecánico Julio Figuera.
Mientras tanto el ama de casa Obdulia Rodríguez manifestó que a pesar de los altos costos en su casa siguen comprando pescado con cierta frecuencia.
"Solo que ahora no compramos en grandes cantidades porque los precios son una locura. Sin embargo, en la casa nos encanta el pescado y siempre tratamos de comer en la semana al menos una vez. Antes eran más días, pero ahora alternamos mucho más con carne o huevo, que también están caros pero uno siempre trata de hacer el sacrificio", acotó.
Algo que llama la atención es que ni siquiera la sardina, que era una de las especies más baratas en los mercados y pescaderías, en estos momentos es tan económica como en otros tiempos.
El precio promedio del kilo de este rubro se ubica en 0,5 dólares. Aun cuando a simple vista se puede notar que es un valor mucho más accesible que el de las otras especies, igual la diferencia es grande.
Y es que la sardina hasta llegó a ser regalada por los pescadores cuando había abundancia de este tipo de pez.
A juicio de Bonny Medina, mayorista que se surte a los expendedores que acuden al mercado de Los Cocos, ubicado en Puerto La Cruz, los precios actuales del pescado no han influido en que este rubro siga siendo el más comprado por la mayoría de la población.
"No se puede negar que han aumentado los precios y que se podría decir que las ventas han bajado 50%, pero igual el pescado se sigue vendiendo porque la gente siempre busca cantidad. Sobre todo los pescados pequeño como sardina, cojinúa pequeña o corocoro, la gente la compra porque un kilo de esos son hasta 10 o 16 pescaditos y eso te permite hacer varios almuerzos, mientras que un pollo te puede dar para comer una o dos veces dependiendo de la familia", explicó.
El comerciante añadió que la principal razón por la cual los costos de las especies marinas se han incrementado es por las fallas en la distribución de gasolina para los trabajadores del mar.
"Cuando la gasolina era subsidiada era mucho más económico el pescado. Cada 15 días se surtían de gasolina, mientras que ahora les venden una vez cada mes o cada dos meses, eso es lo que nos dicen los pescadores. Tengo entendido que ahora tienen que comprar gasolina internacional y que gastan mínimo 5 dólares diarios, solo en combustible. Todo eso sin meter los potes de aceite que también cuestan dinero", añadió Medina.
Otra de las causas del incremento del costo del producto es su escasez. Así lo afirmó el comerciante guanteño Israel Caraballo, quien tiene un negocio llamado Tu Pescado Express, el cual lleva el rubro hasta el hogar del cliente.
"La principal razón del alto costo del pescado es que la pesca está mala, no hay pescado. Por ejemplo, hace un mes debió haber una cosecha grande de cojinúa, cabaña, jurel, pero ha sido poca. El pescado está escaso. Otra razón es el tema de la gasolina, pues los motores fuera de borda consumen mucho combustible. Además no han recibido mucho apoyo del Gobierno, sino que ha sido intermitente", señaló.
Caraballo agregó que en comparación con el año pasado los tipos de pescado aumentaron su precio hasta 100%, en algunos casos.
"El año pasado vendí raya a 2,5 dólares, mientras que en esta Semana Santa expendí a 4 dólares. La cojinúa costaba 1,5 dólares el año pasado y ahora llegó a $4, mientras que la sierra costaba $4 y en estos momentos se ubica en 6 dólares el kilo. El pescado ha incrementado mucho su precio, ya no es una opción económica como antes. Sin embargo, yo creo que si hubiese abundancia de pescado los precios serían más baratos", concluyó el comerciante que hace vida en Guanta.
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez Pino