Los soldados rescataron a los residentes en botes mientras las aguas de las inundaciones fluían por las calles de las ciudades del sur de Japón afectadas por las lluvias mortales que se expandieron por la región este martes. Al menos 50 personas han muerto y una docena están desaparecidas.
Lluvias fuertes desde la noche del viernes en la región sur de Kyushu, en Japón, han provocado inundaciones generalizadas. Se pronosticó más lluvia en Kyushu y la mitad occidental de la isla principal de Japón a medida que el frente de lluvia se movía hacia el este.
En Fukuoka, en la parte norte de la isla, tres soldados vadearon por el agua hasta las rodillas tirando de un bote que transportaba a una madre, su bebé de 2 meses y otros dos residentes.
"¡Buen trabajo!" dijo uno de los soldados mientras sostenía al bebé contra su pecho mientras la madre bajaba del bote, mostró el video de Asahi. Varios niños que vestían chalecos salvavidas de color naranja sobre sus camisetas mojadas llegaron en otro bote.
Una mujer mayor le dijo a la televisión NHK que comenzó a caminar por la carretera para evacuar, pero el agua de la inundación se elevó rápidamente hasta su cuello. Otra mujer dijo: "Casi me lavo y tuve que agarrar un poste eléctrico".
La Agencia de Manejo de Incendios y Desastres dijo que 49 víctimas eran de pueblos ribereños en la prefectura de Kumamoto. Otro de los muertos confirmados hasta el martes por la mañana fue una mujer de unos 80 años encontrada dentro de su casa inundada en otra prefectura.
Se aconsejó a unos 3 millones de residentes que evacuaran a través de Kyushu, la tercera isla más grande de Japón.
Decenas de miles de tropas del ejército, policías y otros trabajadores de rescate movilizados de todo el país se abrieron paso a través del barro y los escombros en las ciudades ribereñas más afectadas a lo largo del río Kuma. Las operaciones de rescate se han visto obstaculizadas por el agua de la inundación y el continuo clima duro.
En la aldea de Kuma, en la prefectura de Kumamoto más afectada, docenas de residentes se refugiaron en un parque. La estructura cubierta no tenía paredes ni piso y se sentaban en lonas azules extendidas en el suelo de tierra, sin particiones. La electricidad y las comunicaciones de la oficina de la aldea habían sido cortadas.
Entre las víctimas había 14 residentes de un hogar de ancianos al lado del río Kuma, conocido como el "río furioso" porque se une a otro río río arriba y es propenso a inundarse. Su terraplén cayó, dejando que el agua brotara en el hogar de ancianos.
Tokio / AP
