Considerado uno de los cuadros más impresionantes del Louvre, ‘La Libertad guiando al pueblo’, del francés Eugène Delacroix (1798-1863), volvió a exhibirse el jueves 2 de mayo tras una restauración que se extendió durante los últimos seis meses.
«‘La Libertad guiando al pueblo’ (1830) rencuentra hoy el brillo, la frescura y la maravillosa armonía de color tan característica de Delacroix. Me alegra que nuestros visitantes puedan descubrir o redescubrir esta inmensa obra de la pintura del XIX», dijo en un comunicado la directora del Louvre, Laurence des Cars.
Con unas dimensiones de 2,60 metros por 3,25 metros, el cuadro es un icono universal, símbolo de nuestro país y embajador de su cultura e historia, añadió Des Cars.
La restauración, realizada por Bénédicte Trémolières y Laurence Mugniot, sirvió, por ejemplo, para descubrir que el color original de la túnica de la emblemática mujer que representa a la libertad y que empuña la bandera tricolor de Francia era gris y no amarillo.
«La última restauración, datada en 1949, intentó armonizar el color de la túnica», señaló el Louvre, en detrimento del gris y dando más relevancia al amarillo, que, originalmente, era secundario.
Las restauradoras lograron reducir las capas de barniz que sirvieron para que los contrastes entre los colores resurgiesen «con fuerza», imprimiendo mayor relevancia a personajes considerados secundarios.
«La Libertad guiando al pueblo» simboliza la revolución de julio de 1830, en la que hubo un levantamiento contra el rey Carlos X de Francia por las medidas opresivas que había aprobado.
París / EFE