Pocos cientos de trabajadores y estudiantes universitarios ecuatorianos salieron este miércoles a las calles en medio de un pertinaz aguacero para exigir recursos para la salud y para educación, entre otros, y rechazar las políticas económicas del gobierno del presidente Lenín Moreno.
El dirigente sindical, José Villavicencio, dijo a periodistas que “ni la lluvia detiene las trabajadores que sienten vulnerados sus derechos”. Agregó que “es evidente que hay un descontento general de los trabajadores de los estudiantes, de los maestros ... frente a la política neoliberal que viene imponiendo el gobierno, que ha vulnerado los derechos”.
Los manifestantes se enfrentaron con palos y piedras contra efectivos policiales que utilizaron gases y carros antimotines para dispersarlos del centro histórico capitalino, donde está el Palacio de Gobierno.
Debido a la crisis fiscal causada por el alto endeudamiento público y agravada fuertemente por la pandemia de coronavirus, que paralizó el 70% del aparato productivo del país, el gobierno ecuatoriano ha tenido que retrasar pagos de empleados públicos hasta por dos meses y dejar de pagar a proveedores y contratistas del Estado, entre otras consecuencias. La situación también provocó la pérdida de más de 300.000 empleos durante la pandemia.
Los médicos de posgrado cumplieron el martes una marcha pacífica para demandar el pago de sueldos retrasados casi dos meses y la contratación formal de sus servicios.
La lluvia del miércoles provocó la inundación de diversos sectores de la ciudad, especialmente en el norte, dejando autos atrapados y provocando flujos de agua que ingresaron a casas, almacenes y hasta en un centro comercial de la población de Pomasqui, dejando daños aún no cuantificados.
Quito / AP
