El desequilibrio que experimenta la economía venezolana desde agosto de 2022 -cuando la cotización del dólar comenzó una escalada que sigue sin control en 2023-, ha profundizado la brecha entre el precio de los alimentos y los salarios de los trabajadores, en proporciones que no se veían desde la etapa de hiperinflación.
Esto ha llevado a los empleados del país a salir a las calles para solicitar aumentos de salarios que se ajusten a sus necesidades diarias, toda vez que el último incremento del ingreso mínimo, aprobado en marzo del año pasado, perdió su poder de compra en más de 80%, al pasar de $30 a $5,3.
Muchas de las exigencias de los trabajadores en las recientes manifestaciones apuntan, por un lado, a equiparar los sueldos y pensiones al costo de la Canasta Alimentaria. Según el último reporte del Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), la cesta de productos se ubicó en diciembre en $486,06, y estaría actualmente en el rango de los $500. Esto significa que el ingreso básico cubría menos de 1,6% del conjunto de alimentos que requiere una familia de cinco integrantes. No obstante, según la Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), el costo de la Canasta Básica Alimentaria se encontraba en $397 para el mes de enero.
Por otro lado, distintos economistas -incluso provenientes del llamado chavismo crítico-, han pedido indexar los sueldos al precio del dólar, para que se “corrijan” o suban al ritmo del tipo de cambio -en 12 meses el valor de la divisa extranjera aumento 400% al pasar de Bs 4,58 a cerca de Bs 25 en la última semana. Otros especialistas no consideran factible esta vía, al menos hasta que la producción de empresas no se recupere y el Gobierno maneje con transparencia los datos macreconómicos. Por lo pronto, sería un recurso que echaría más gasolina a la inflación.
El precio de bienes y servicios subió 440% entre enero de 2022 y enero de 2023 según cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF). Sólo el mes pasado la inflación se aceleró 39,4% -la firma Ecoanalítica estima que los precios en dólares se elevaron 50% en el último año. Mientras, el salario mínimo se devaluó de $30 a $5.
El secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (Cutv), Pedro Eusse, llamó días atrás a indexar el salario mínimo, pero con el precio de la Canasta Alimentaria, es decir, aumentar el ingreso y las pensiones cada vez que se incremente el costo de los productos. “Hemos planteado un anteproyecto de Ley porque debe ser por normativa y no por decreto”, indicó Eusse.
Pero las opiniones de expertos consultados sobre un incremento de sueldo que ronde los $500 parecen coincidir en torno a su inviabilidad.
La principal objeción tiene que ver con la merma en el volumen de la economía nacional que ha experimentado el país desde 2013 hasta el presente: se trata de una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 85%. Esto significa que el monto total en dólares que generaba el país por la producción de bienes y servicios pasó de $ 352 mil 191 millones en 2012 a cerca $55 mil millones luego de 10 años, según cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para el economista e integrante del OVF, José Guerra, un salario de $500 para los trabajadores de la administración pública y pensionados, no resulta viable en este momento.
“El Gobierno no está en condiciones de pagar $500 dólares mensuales. Sencillamente, las cuentas no dan. Eso significaría un desembolso de más de 20 mil millones de dólares al año, y eso no hay cómo pagarlo”, señaló Guerra a El Tiempo.
Según los cálculos del experto, lo que si resulta factible en este momento serían sueldos de $100 y $150 mensuales lo que significaría para el Estado una erogación de $7 mil 500 millones anuales.
“Esa cifra si la puede pagar el Gobierno con los ingresos esperados a lo largo de este 2023 por distintos conceptos. Eso incluye, exportaciones petroleras. exportaciones no petroleras; ingresos por extracción de oro y otros minerales; el Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras; la venta de gasolina, la recaudación aduanera y el Impuesto sobre la Renta a las personas naturales y jurídicas, que se va se va a recaudar ahora en marzo, además de otras tasas y contribuciones de distintos tipos”.
Guerra estima que esas entradas sumarían $28 mil 700 millones. Sin embargo, el economista puntualiza que también habría que agregar los ingresos adicionales que se contemplan por las exportaciones de crudo de la trasnacional estadounidense Chevron, que se reactivaron en los últimos dos meses.
“Eso le generaría un flujo de caja libre (al Estado) por unos 500 millones de dólares a lo largo de este año. Con todas esas entradas, sí se puede pagar entre 100 y 150 dólares mensuales a los trabajadores de la administración pública y a los pensionados del Seguro Social”, apuntó.
Para otros expertos, la apuesta en el tema petrolero depende de que se dé luz verde a otras trasnacionales, no sólo Chevrón, para operar en el país. Durante todo 2022 la producción de crudo se mantuvo estancada entre los 650 mil y 700 mil barriles diarios. El impacto inicial de Chevron será limitado -un incremento de 150 mil y 200 mil barriles en un lapso de 18 a 24 meses. Por ello, el verdadero interés del Gobierno es lograr una creciente participación de otras compañías foráneas, como la italiana Eni o la española Repsol.
Andrés F. Guevara, abogado y consultor financiero con maestría en Finanzas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa), apunta que “en números gruesos”, si se quisiera pagar $500 mensuales a 5,5 millones de empleados públicos, ello le “costaría al Estado cerca de $33 mil millones al año”. “Eso es algo así, como la mitad del PIB, lo cual es inviable”.
Aunque a finales de enero surgieron versiones extraoficiales acerca de que el Ejecutivo estaría evaluando un aumento de $50, hasta la fecha nada se ha concretado. Un salario de $100 sigue luciendo cuesta arriba.
Frente a las dificultades que atraviesan los trabajadores, Fedecámaras y la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), propusieron la semana pasada al Gobierno la aprobación de un “salario de emergencia”.
De acuerdo con José Elías Torres, secretario general encargado de la CTV, este ingreso permitirá a los empleados paliar sus necesidades y tener un desahogo, mientras se concreta un ajuste de sueldo digno.
A pesar de que la iniciativa se lanzó al debate público, no se precisó cuál podría ser el monto de este “ingreso de emergencia”. La misma fue respaldada por algunos sectores y rechazada por otros, al considerar que un aumento “express”, frenaría los reclamos de calle sobre un salario acorde a los requerimientos laborales.
Más allá de la capacidades de desembolso del Gobierno, el especialista y secretario de organización del partido Opina, Irwing Ríos, apunta que en la realidad el salario mínimo de un trabajador venezolano debería ubicarse en $800 mensuales.
El Cendas estima que una Canasta Básica -que incluye no sólo alimentos, sino servicios, salud educación y vestido-, estaría alrededor de los $ 1 mil dólares.
Ríos planteó como mecanismos compensatorios la reducción del IVA y del Impuesto Sobre la Renta. “Si hay más dinero en la calle hay más consumo, aumenta la oferta y las propuestas salariales”.
Agrega que la clave es elevar la productividad, ya que, “al caer la actividad económica, hace que se incremente los precios finales de bienes y servicios”.
“Para dinamizar la economía serían necesarios 28 mil millones de dólares. Eso comenzaría a estabilizar el mercado de forma automática, porque aceleraría la creación de empresas nuevas. Volverían los créditos. Eso no es difícil. Sólo hay que abandonar el modelos actual de hacer las cosas”, agregó el también empresario.
El ingreso de los trabajadores públicos de Venezuela es el más bajo del continente. Según el OVF este se ubica en un promedio de $14 y el salario mínimo ya se encuentra en el rango de $5. Mientras, el ingreso mínimo más alto en América Latina (según cifras del portal Bloomberg) es el de Costa Rica con $603, seguido de Uruguay ($540) y Chile ($475). Argentina, uno de los más bajos, se ubica en $189.
Por lo pronto, los trabajadores del país continúan en las calles haciendo reclamos por salarios justos, sin que, por el momento se vislumbre una respuesta satisfactoria a sus peticiones.
Caracas / Rodolfo Baptista / Rafael Arias