Economistas venezolanos consideran que el decreto de 14 días de confinamiento estricto para frenar el COVID-19, por parte del gobierno de Nicolás Maduro, “no tiene mucho sentido”, puesto que la economía, en crisis, no cuenta con las capacidades de mitigar “los efectos adversos” de esta medida en las familias y las empresas, explicó La Nación.
Para el director de la firma consultora Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, “en un país donde la gente vive al día, y no cuenta con ahorros, no tiene mucho sentido lo de radicalizar y encerrar. Llevamos más de un año en esto. No hay incentivos para cumplir eso, porque si no es el virus, es el hambre. Es una disyuntiva aterradora”.
El economista venezolano indicó que hace falta un rediseño de las políticas públicas, así como un sistema financiero capacitado para incentivar a las familias y las empresas, “como en la mayoría de los países. Es un sistema perverso, donde una minoría puede encerrarse tranquilamente”, opinó.
Más palabras
"Es muy fácil, cuando se tiene todo cubierto, encerrarte en casa. El detalle es que las mayorías aunque quieran, no pueden. Esa realidad es tan evidente como el colapso de hospitales. Ambas cosas deben estar presente en el abordaje del problema”, agregó.
Además, Oliveros apunta que es necesario buscar acelerar el proceso de vacunación en el país, en una economía que se ha contraído casi el 90%, “en hiperinflación y con un Estado incapaz de proveer algún estímulo o asistencia”.
"Esta economía no está para estar (al menos) dos semanas más cerrada”, expresó a través de su cuenta en Twitter.
A su entender, el Estado no tiene herramientas para ayudar a quienes necesitan producir ingresos, de los cuales no tienen ahorros. “La Venezuela actual no está para ese lujo”.
Ayuda insuficiente
Según Oliveros, cerrar la economía sin ayudas financieras (no bonos de US$1) no tiene sentido. “Para muchos, el ingreso diario es la comida diaria”.
Para Gustavo Rojas-Matute, también economista y consultor especializado, las decisiones en materia de políticas públicas, que se han tomado, no están guiados por apoyo científico, ni económico. “Cero inversión en hospitales, no hay plan de vacunación, ni de recuperación económica”, manifestó.
San Cristóbal / La Nación