Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, la nueva película de Marvel aterriza en las salas de cine luego del apabullante recorrido de Spider-Man No Way Home por la taquilla mundial.
La última entrega del trepamuros acumuló un total de $1 mil 893 millones desde su estreno en diciembre de 2021, convirtiéndola no sólo en la película con mejor desempeño postpandemia, sino en la cinta que hizo regresar a las masas al cobijo de la gran pantalla.
Ahora, la secuela de las aventuras del Hechicero Supremo buscará mantener la elevada afluencia de espectadores en los cines, algo que en la actualidad, sólo el género de superhéroes tiene la capacidad de lograr.
Las altas expectativas vienen de la mano de un nuevo director, Sam Raimi, quien toma la estafeta de relevo de Scott Derrickson, encargado del film que dio inicio la franquicia en 2016.
La entrega, vale ya decirlo, tiene la carga de “terror light” y momentos oscuros, psicodélicos y alucinantes que dejan en evidencia el pulso del director de la saga de Posesión Infernal (Evil Dead, 1981-1987-1992), Darkman (1990) y Arrástrame al Infierno (Drag Me to Hell, 2009), según coinciden las primeras reseñas.
Con una puntuación preliminar de 84% en la página de crítica especializada Rotten Tomatoes, Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, apunta a un nuevo éxito de la Casa de las Ideas y a un prometedor desarrollo del personaje que sigue más de cerca la línea marcada en los comics creados por Stan Lee y Steve Ditko.
El Doctor Strange -cuya inspiración provino del programa radial Chandu, the Magician, que Stan Lee escuchaba de niño-, tuvo su primera aparición en las páginas de la revista de historietas Strange Tales # 110, en julio de 1963.
Stephen Vincent Strange era un cirujano de éxito, cuya carrera fue truncada a causa de un accidente de automóvil que le provocó daños en los nervios de las manos.
Al verse impedido de sostener un bisturí, Strange terminó invirtiendo su fortuna tratando de encontrar una cura que le permitiese seguir desempeñando su profesión.
No lo consiguió, y como último recurso, decidió viajar al Tibet en búsqueda de un sanador de nombre Ancient One (El Anciano).
Strange, un hombre de ciencia, se reusó en un primer momento a aceptar la existencia de poderes mágicos que El Anciano poseía, pero con el tiempo, Strange logró expandir sus capacidades y convertirse en Maestro de las Artes Místicas.
Raimi, quien dirigió las primeras tres versiones cinematográficas de Spider-Man (2002- 2004-2007) -un héroe que también es creación original de Lee y Ditko-, explica, en una reciente entrevista, las diferencias y similitudes de ambos personajes.
Así, Spiderman es un adolescente que no está muy seguro de quién es, y tiene dudas sobre el alcance de su responsabilidad. Mientras, Strange cree que la razón está siempre de su lado. “Su pecado es el de la arrogancia. Su ego está disparatadamente inflado.”, explica Raimi al resaltar que ambos personajes son opuestos e idénticos a la vez.
Así, Spiderman es un adolescente que no está muy seguro de quién es, y tiene dudas sobre el alcance de su responsabilidad. Mientras, Strange cree que la razón está siempre de su lado. “Su pecado es el de la arrogancia. Su ego está disparatadamente inflado.”, explica Raimi al resaltar que ambos personajes son opuestos e idénticos a la vez.
La revolución que significó Marvel a mediado de los 60’ fue nada menos que hacer que los comics pasaran de ser un producto de entretenimiento para niños a expresiones de la cultura popular que consumían adolescentes y universitarios.
Los personajes dejaron de ser planos, para mostrar sus flaquezas morales y dudas existenciales o incluso para erigirse en el panteón de una nueva mitología.
Y en este punto, el Doctor Strange emerge como una de las creaciones más particulares y atípicas.
Desde el Sancta Sanctorum, su base ubicada en el 177ª, Bleecker Street, de Greenwich Village, en Manhattan, Strange se convirtió en el guardián protector de la humanidad en contra de la intromisión del mal encarnado en demonios, hechiceros malvados y entidades abstractas.
Los dibujos de Ditko plasmaban los viajes de Strange a través de dimensiones desconocidas, mundos de fantasía retorcida y fascinantes escenarios surrealistas, mientras los guiones de Lee daban rienda suelta a luchas con enemigos esotéricos usando conjuros y hechizos que con el tiempo -y en la pluma de otros escritores- se harían más y más alocados.
“¡Por las lunas místicas de Munnopor!”; “¡Por los anillos de rubí de Raggadorr!”; “¡Por las hordas carmesí de Cyttorak!” o “¡Por los huéspedes canos de Hoggoth!” eran algunas de las cientos de frases que espetaba Strange contra sus adversarios. Y resultaban efectivas al momento de acabar con ellos.
La psicodelia era su rasgo distintivo. En 1968, Tom Wolfe, uno de los padres del Nuevo Periodismo, y autor de La Hoguera de las Vanidades (The Bonfire of the Vanities, 1987), describe en su primera novela Ponche de ácido lisérgico, a su amigo y también escritor Ken Kesey, como un tipo excéntrico y asiduo lector de Doctor Strange.
Kesey - se lee en la novela- “se pasa las horas sentado, leyendo cómics, absorto en las hondas y purpúreas sombras Steve Ditko de un Doctor Strange ataviado con capas y claroscuros, y le oye decir: “¿Cómo habrán sabido (dice Kesey) que esa gema era un simple artilugio para tender un puente entre Dimensiones? ¡Era un medio para acceder a la temida Dimensión Purpurea… desde nuestro propio mundo!”’.
Ponche de ácido lisérgico es la crónica del movimiento contracultural hippie de los 60, marcado por el consumo de estupefacientes y psicotrópicos, algo que en aquel entonces iba muy a tono con los “viajes” astrales del héroe de Marvel.
No sólo en la literatura dejó su impronta el Hechicero Supremo. En 1968 salió a la luz el segundo disco de estudio de la banda de rock psicodélico Pink Floyd, llamado “A Saucerful of Secrets”.
El arte de la portada realizado por “Storm Thorgerson” de Hipgnosis, contiene una imagen oculta, basada en dibujos de Strange Tales #158 -“The Sand of Death!”-, con una ilustración de Marie Severin. Al parecer, el personaje era apreciado por los integrantes de la banda.
A finales de los 80’ Strange tuvo un revival en el mundo de los comics, producto de la moda New Age.
Pero en 2016, su entrada triunfal a la pantalla grande como parte del desarrollo del Marvel Cinematic Universe (MCU) marcó un nuevo comienzo.
De la mano de Derrickson, la primera entrega de Doctor Strange recaudó $677,7 millones en todo el globo, una amplia aceptación de la crítica y el reconocimiento por sus alucinantes efectos visuales que le merecieron una nominación al Oscar.
En un momento de la cinta, Stan Lee -quien falleció en noviembre de 2018-, hacía uno de sus acostumbrados cameos. Lee viaja en un autobús mientras escudriña el libro Las puertas de la percepción (1954), donde el novelista inglés Aldous Huxley relata sus experiencias con la mezcalina, un alucinógeno similar al LSD presente en plantas como el peyote, con el que el autor, pensaba, podía tener entrada a lo desconocido. “Esto es muy gracioso”, suelta entre risas el creador de Marvel.
A pesar de este prometedor inicio, la siguiente participación del Doctor Strange en el MCU prefirió limitar su presencia a un hibrido entre Tony Stark y Harry Potter, dejando un poco de lado su aspecto más oscuro y esotérico, algo por lo que en antaño había sido criticado.
De hecho, en la fecha de su estreno, sectores religiosos -como la Comisión Cristiana de Cine y Televisión- acusaron a la cinta y su personaje principal de promover prácticas relacionadas con el ocultismo, la brujería y la adoración al demonio, cuestionamientos que habían sido recurrentes a lo largo de los años.
En las siguientes apariciones, parecía evidente cierta restricción al potencial del personaje presentándolo como un simple mago, algo que quedó plasmado en Avengers: Infinity War (2018). El filme recurre en varios momentos a chistes en contra de Strange -interpretado por Benedict Cumberbatch.
“¿En qué trabajas además de hacer globitos de animales?” pregunta a Strange el personaje de Tony Stark (Iron Man) interpretado por Robert Downey Jr., al comienzo de la cinta. “Protejo tu realidad, animal”, riposta el Hechicero Supremo.
Las bromas remiten directamente a un divertido sketch interpretado en 2016 por el propio Cumberbatch para el late show Jimmy Kimmel Live!, trasmitido por la cadena en ABC. Allí, Strange llega a una fiesta de cumpleaños infantil donde se dedica a inflar globos con forma de animales, haciendo valer su condición de “mago”.
De las 27 películas hechas para el MCU desde 2008, Doctor Strange ha aparecido en cuatro.
La quinta, Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, que se estrena este mes, parece ser el regreso a la esencia de alucinante fantasía y surrealismo que quedó plasmada en las viñetas dibujadas por Steve Ditko.
Y Raimi hace la película más oscura del MCU hasta la fecha. Las primeras apreciaciones críticas, apuntan que la trama retoma el final de la serie WandaVision de Disney, y lo lleva más allá en el desarrollo del arco del personaje. La Bruja Escarlata adquiere un protagonismo a la par del Hechicero Supremo, mientras que la iconografía mística y esotérica, original de los comics, acá encuentra su nicho, su medio de expresión.
Luego de abierta la entrada a otros universos y realidades alternativas - la muerte de una de las variantes del villano Kang, El Conquistador en la serie de Loki, llevó a que fallara el hechizo de Spider-Man: No Way Home-, una amenaza se cierne sobre la humanidad. Strange pide la ayuda de la Bruja Escarlata / Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) para evitar una catástrofe. Con el apoyo de una nueva heroína, América Chávez (Xochitl Gómez), inician un viaje con toques de terror, donde los enemigos serán las versiones más oscuras de los protagonistas.
La apuesta del mago productor del MCU, Kevin Feige -no se trata de un film para el target infantil-, parece comenzar a ser recompensada, al ubicar a Doctor Strange en el Multiverso de la Locura como el segundo mejor fin de semana de estreno luego de la pandemia, por encima de los $200 millones.
Los números finales ya dependerán de cuánto esté dispuesto el público a abrir sus puertas a esta nueva dimensión de posibilidades del MCU.
Caracas / Rodolfo Baptista
