Los espacios para ayudar a los más necesitados se amplían cada vez más en el norte de Anzoátegui, donde, por ejemplo, un programa de radio promete ser un instrumento de información sobre las labores sociales en la zona.
El segmento, transmitido por Rítmica 101.5 FM, los domingos de 10:00 am a 12:00 m, está encabezado por José Ángel Turaren y Yairys Sabino.
Turaren, quien también se desempeña como presidente de la fundación Dibujando Sonrisas Anzoátegui, manifestó que como parte de la dinámica de este espacio, las personas o grupos pueden manifestar los servicios públicos que ofrecen, a fin de publicitarlos.
Los oyentes tienden a pedir ayuda para la adquisición de medicamentos, donaciones para rayos x, insumos, estudios médicos y mucho más, por lo cual este programa es una vía para canalizar sus peticiones y darles solución.
Según el contador público, las tendencias e influencias de la zona también tienen espacio en la programación, pues se desarrolla una sección llamada “Tendencia de la semana” que recoge lo mejor de las noticias que han sonado durante la última jornada. Estas pueden ser locales o regionales.
Asimismo, poseen un espacio para historias, de conversación con personalidades de la ciudad que puedan inspirar a la sociedad y a los jóvenes de la capital anzoatiguense. Entre ellos han estado Betty Millán, de la Academia Betty York Jazz, el doctor Uslar Díaz, médico gastroenterólogo y algunas jóvenes modelos de la región.
“En nuestro programa difundimos nuestra labor en el oncológico infantil y damos a conocer los eventos y actividades que siempre tiene la fundación Dibujando Sonrisas Anzoátegui, en pro de ayudar a los niños con cáncer recluidos en el hospital de niños de Barcelona”, expresó el locutor.
Dibujando Sonrisas de Anzoátegui es una organización sin fines de lucro que tiene como norte beneficiar a los pacientes del Hospital de Niños Rafael Tobías Guevara, en Barcelona.
Ellos canalizan las muestras de solidaridad de voluntarios que desean hacer más llevadera la permanencia de los pequeños en el recinto de salud.
Barcelona / Oriana García Rivas
