La crisis que se vive en el país se agudiza cada día, más que todo en el sector salud. Quienes no tienen recursos económicos para pagar una consulta médica privada se ven en la necesidad de buscar ayuda en los recintos de salud públicos.
Este es el caso de las mujeres embarazadas que no pueden costear su parto en un centro privado, por lo cual se ven en la necesidad de acudir a hospitales como el Domingo Guzmán Lander del sector Las Garzas de Barcelona, el cual está adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss).
Para Carmen Salazar, traer al mundo a su segundo hijo fue una “odisea” debido a que en el nosocomio se negaban a practicarle la cesárea por no tener dos suturas.
“El sábado asistí para que me realizaran mi intervención como lo había cuadrado con mi médico. Al llegar, los galenos residentes de guardia me dijeron que no podían proceder porque me faltaban dos suturas, además de un analgésico en ampolla”, explicó.
Salazar mencionó que en ese momento se sintió devastada porque ya no tenía dinero para comprar lo que le exigían.
“Mi esposo fue a las farmacias más cercanas pero no pudo adquirir nada. Me tocó cambiar un paquete de pañales y un shampoo por los insumos que me faltaban”.
Mal comportamiento
Aseveró que la conducta del personal que acompaña a los especialistas durante la jornada de parto no es la más adecuada con los pacientes, pues, en su caso, una enfermera trató de “extorsionarla” ofreciéndole un kits de cesárea completo sin antes mostrárselo para asegurar la venta.
“Esa mujer intentó aprovecharse de mi angustia para que le pagáramos 120 mil soberanos, que en ese momento no tenía, por un kit de cesárea que tenía las suturas y el medicamento que me hacían falta”.
Barcelona / María Fernanda Méndez Y.