La expresidenta argentina Cristina Fernández y el jefe de la policía federal mantuvieron un cruce verbal sobre el supuesto uso de tóxicos durante el allanamiento a una propiedad de la también senadora, por una causa judicial en la que está acusada de liderar una red de corrupción integrada por exfuncionarios y empresarios.
El jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, negó el uso de un “tóxico de contacto” durante la inspección realizada la semana pasada a un departamento de Fernández (2007-2015) en Buenos Aires; que, según el relato de un arrepentido en la investigación del juez Claudio Bonadío, fue el supuesto destino de bolsos repletos de dólares pagados por empresarios a su gobierno y el de su fallecido marido y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007) para obtener obras públicas.
"No se usó ningún tipo de químico... No se dejaron tóxicos bajo ningún punto de vista", señaló Roncaglia al canal de cable Todo Noticias. “El personal que actuó es súper profesional... nadie sacó ni puso nada que no corresponda, se actuó conforme al derecho”, agregó.
Fernández, de 65 años, había difundido previamente un comunicado en las redes sociales firmado por su abogado, Carlos Beraldi, en el que denunció que empleadas domésticas que limpiaron los estantes del vestidor del departamento allanado "sintieron mareos, fuerte picazón en la garganta y los ojos y dificultades para respirar".
El letrado indicó que por esa razón tuvieron que ser asistidas en la guardia de un hospital donde se constató “que las dolencias padecidas tienen como origen un tóxico de contacto".
El abogado indicó que su representada no ha podido regresar a su domicilio a causa de lo ocurrido y denunció otras supuestas irregularidades, como que se le impidió controlar el allanamiento como abogado defensor.
Además del departamento de la capital argentina, fueron revisadas en los últimos días otras dos propiedades de Fernández en la sureña provincia de Santa Cruz.
Buenos Aires / AP