Descalzos, en batas y en pijamas. Decenas de personas llegaron al bulevar del Paseo de la Cruz y El Mar en Puerto La Cruz en búsqueda de un lugar seguro para resguardarse por el incendio en la laguna de lastre de la refinería de Puerto La Cruz.
Se escuchó el impacto del rayo y a los pocos minutos las sirenas de ambulancias y bomberos.
"Pasó una camioneta que creo que era de los bomberos y nos decían 'Corran lo más lejos que puedan de la refinería porque este incendio no lo podemos controlar'". El comerciante William Zabala describió esto como unos minutos de terror.
Tomó a su familia y empezó la carrera desde El Pensil hasta la playa del antiguo Paseo Colón.
"Unos vecinos que trabajan en refinería nos dijeron que teníamos que huir. Porque este incendio fue peor que el de la vez pasada".
Recostados de la Santamaría de un negocio en la salida de la calle Sucre estaba la esposa de Zabala, quien agitaba a su bebé de meses para calmarla. Ella no se identificó, pero mencionó que solo alcanzó a agarrar los pañales de su hija y empezó a correr.
Cinco mujeres de la tercera edad estaban cerca de William, en unas sillas que le facilitaron algunos comerciantes del bulevar porteño.
"Mi mamá tiene 98 años. La sacamos en silla de ruedas y un señor nos auxilió con un libre y la llevamos a casa de una hermana", relató Yolanda Sánchez.
Lo que se escuchaba entre los afectados era constante. "Otra vez estamos pasando por esto, gracias a Dios que no nos pasó nada".
Una familia de siete personas que vive cerca del terminal de pasajeros de Puerto La Cruz vio la espesa columna de humo y prefirió salir y alejarse.
Dionel Rodriguez junto a su madre y hermanos ya había visto por redes algunos vídeos, pero cuando confirmó que se trataba de la refinería de Puerto La Cruz, tomó la decisión de proteger a los suyos, incluso a su doberman pincher.
El M/G Carlos Pérez Ampueda, viceministro para la Gestión de Riesgo anunció a las 5:00 de la tarde de este lunes 19 de septiembre, que la situación estaba plenamente controlada.
El ama de casa Nohemí Palmares, residenciada en Barrio Mariño, dijo que no cree aguantar un susto más. Tiene 50 años en la zona y "ya mi corazón no da para tanto nervio. No estamos preparados para una emergencia como está".
Puerto La Cruz / Mariví Matute