Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Esto, debido a su fidelidad, protección, pero, sobre todo, por su amor incondicional hacia quienes lo rodean y cuidan.
Con un buen entrenamiento, estos animales llegan a ser obedientes, tranquilos y hasta muy sociables. Sin embargo, pueden existir excepciones, y una de ellas, por ejemplo, son los canes que no logran relacionarse con personas ni dentro ni fuera de la familia e, incluso, con otras mascotas.
El entrenador de perros Julian Ziritt señaló que esto no es normal que ocurra, pues los canes han sido la mejor compañía del hombre, a través de los siglos.
No obstante, explicó que existe un periodo ideal para que el cachorro aprenda a socializar, que va desde las tres semanas hasta los tres meses. Pero si después de ese tiempo, el animal muestra señales de agresividad, miedo o ansiedad bajo estas situaciones, es muy probable que no haya tenido una buena socialización.
"Lo ideal es que los dueños hagan que conozca a la mayor cantidad posible de personas, perros y otros animales. Esto le permitirá actuar con comodidad en ocasiones en que tenga que convivir o compartir con otros", indicó el experto de Lechería, Anzoátegui.
Sobre el entrenador
Julian Ziritt adiestra perros desde el año 2000, por lo que suma más de dos décadas de experiencia, y actualmente es el entrenador de la Brigada K-SAR de Protección Civil del municipio Urbaneja, Anzoátegui. Se ha especializado en Obediencia Básica y Avanzada, Búsqueda y Rescate, Guardia y Protección, Modificación de Conducta, y Problemas de Agresividad.
Mencionó que también es posible que haya perros que sean asociales con sus propios dueños u otros integrantes del hogar, pero que esto se puede deber por el trato que reciben.
Como ejemplo, señaló cuando los padres no supervisan la relación de sus hijos pequeños con los perros. “Los niños no tienen la madurez para tratarlos debidamente, y muchas veces son bruscos con ellos, lo que origina el problema”.
Julian Ziritt, destacó que los dueños de perros deben estar pendientes ante señales de un problema de socialización, para comenzar a hacer los correctivos a tiempo y evitar males mayores.
Unas de sus recomendaciones son analizar la gravedad del caso, determinar los posibles detonantes, establecer un nuevo orden de jerarquía y mantenerlos activos físicamente, para que logren relajarse y ser más receptivos.
Si las señales de alerta persisten o empeoran, lo mejor será buscar ayuda profesional.
“El experto analizará el caso, así como los detonantes. Se utilizarán herramientas como la obediencia, la actividad física e incluso otros perros muy bien socializados para facilitar el trabajo. Este proceso puede durar meses o años”, apuntó Ziritt.
Ziritt, quien comparte sus experiencias en este campo a través de su cuenta de Instagram (@julianziritt_dogtrainer), recalcó que “con los perros todo tiene solución, ya que poseen la capacidad de cambiar su comportamiento si los ayudamos a hacerlo”, al tiempo que aseguró que “son seres maravillosos y agradecidos”.
Lechería / Andrea Aroca