Los dirigentes tradicionales del Partido Comunista de Venezuela (PCV) reiteraron este domingo que la intervención judicial dictada el pasado mes de agosto por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que nombró una junta directiva ad hoc para la organización política, es un acto «fraudulento».
«Con sus mentiras, aún repetidas mil veces –como parece aprendieron de los regímenes fascistas–, no lograrán esconder el asalto intervención cometido por la cúpula del Gobierno contra el PCV, utilizando mercenarios y la fraudulenta actuación de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia», indicó la dirigencia tradicional del partido en un comunicado.
En el escrito, la organización rechazó que el presidente Nicolás Maduro acusara de corruptos a sus líderes electos durante una reunión celebrada el pasado 4 de enero con diputados de la Asamblea Nacional (AN/parlamento), durante la que el mandatario saludó a los miembros de la junta ad hoc del PCV y los felicitó por «rescatar» la organización del «grupo que se entregó a la corrupción».
Al respecto, los dirigentes tradicionales aseguraron que los venezolanos saben que es Maduro «quien conduce un autobús con corruptos e intenta una maniobra (…) para continuar engañando» al pueblo.
El grupo destacó que su dirección electa por las bases está conformada por personas «incorruptibles y leales a la clase trabajadora».
Además, advirtió que las acusaciones del Ejecutivo dan paso a «una nueva fase de agresión» para los comunistas que consiste, explicó, en crear «falsos positivos para armar expedientes amañados contra la verdadera, legítima y genuina militancia y dirigencia del PCV».
En agosto de 2023, el Supremo designó a Henry Parra, quien se ha identificado como dirigente nacional de la formación e introdujo un amparo constitucional en contra del PCV, presidente de la nueva junta directiva del partido, y al ciudadano Sixto Rodríguez como secretario general.
El PCV es la formación más antigua del país y acompañó al chavismo en su ascenso al poder en 1999, tras lo cual mantuvo una cercanía con el Gobierno que se rompió en la última década, cuando se volvió crítico de Maduro.
Caracas / EFE