Desde que empezó 2024 las fallas eléctricas se convirtieron en un dolor de cabeza para los anzoatiguenses, lo cual afecta no sólo la calidad de vida, sino también la actividad comercial.
Y es que según vendedores, semanalmente sufren interrupciones del servicio, en algunas ocasiones de hasta varias veces en un día, sin previa notificación de ningún tipo.
"La mayoría de los comerciantes consultados en diferentes zonas económicas coinciden en que las fallas han sido recurrentes y han tenido un impacto negativo en las ventas. Algunos han hecho un esfuerzo gigante y han logrado comprar una planta eléctrica. Sin embargo, la mayoría lo ha pensado y analizado, pero terminan desestimando esa opción debido a los altos gastos globales que actualmente genera tener un establecimiento formal", expresó Wael Raad, representante de la Cámara de Comercio e Industriales del estado Anzoátegui.
Es por ello que, en nombre del gremio comercial, le hace un llamado a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) para que baje la información real sobre los cortes, a fin de que puedan organizarse y seguir avanzando.
Similar opinión compartieron algunos propietarios y arrendatarios del Centro Comercial Plaza Mayor de Lechería, quienes desde el primer trimestre del año empezaron a padecer más fallas en el servicio, a tal punto que a mediados de mayo entregaron una carta a la empresa estatal para solicitar una reunión "urgente" con el objetivo de tratar el tema y ver la posibilidad de coordinar horarios de interrupciones, que no fuesen laborales para esta área.
Gian Luca Cafiero, del local Shamadi, quien forma parte de la vocería del condominio, recordó que para ese entonces reportaban pérdidas de más de 60% en las ventas por la falta de programación en los cortes de electricidad, puesto que se iba varias veces al día, con lo cual también se veía afectado el suministro de agua potable.
Aunque todavía siguen en espera de la reunión con representantes de Corpoelec, Cafiero señaló que las fallas se han reducido a una o dos interrupciones por semana, igual, sin límite de tiempo.
Comentó que en su caso, además de que se les hace muy difícil adquirir una planta eléctrica por su costo y posterior inversión en mantenimiento, al final no le serviría de mucho pues depende también del servicio de agua potable para preparar los alimentos, ya que todo el establecimiento es abastecido por una bomba que también requiere electricidad.
Se conoció que a raíz de esta situación, un local que expende equipos tecnológicos en este centro comercial se vio en la necesidad de adquirir un generador de energía para poder atender a los clientes.
"Después de cuatro meses decidimos hacer la inversión porque algunas personas se quedaban esperando a que llegara la luz o también optaban por facturar de forma manual, pero la idea es seguir prestando el servicio de la mejor manera, aunque es prácticamente sólo para mantener la iluminación y la caja", dio a conocer uno de los encargados, quien prefirió no revelar su identidad.
Para Ismari Guimand, encargada de una tienda de ropa, es lamentable que ocurran este tipo de situaciones, sobre todo en el Centro Comercial Plaza Mayor, donde se encuentran haciendo un “esfuerzo” por levantarse, tras la pandemia.
“Tenemos el tema de que si llueve se va la luz y cuando no, son los cortes no programados. A veces hemos cerrado los negocios sin vender nada porque en mi caso, sin luz y con calor, es muy difícil que un cliente se mida un pantalón o una camisa. No tenemos Wifi, estamos incomunicados, no se puede pasar el punto. Bajan mucho las ventas, como 50% en una semana. Pero lo peor de todo es que después te vienen a cortar la luz si no has pagado el servicio, es algo incongruente”, mencionó Guimand.
Por otro lado, Abril Aliendres, encargada de un salón de belleza, manifestó que no sólo les interrumpen el servicio, sino que muchas veces se genera fluctuación en el voltaje, lo cual afectan los equipos con los que trabajan.
“Los aires acondicionados presentan fallas, se queman los artefactos y los bombillos. A veces el voltaje no es idóneo para encender un secador de cabello”, comentó Aliendres.
Un panorama similar viven casi a diario los comerciantes de la calle Guayaquil de Barrio Sucre, en Barcelona, pero en su caso es desde el año pasado.
“Desde noviembre que estoy aquí siempre ha sido este tema, están disminuyendo los cortes, pero las fallas en el voltaje continúan. Hace como tres meses se me dañó un aire acondicionado de 24 mil BTU porque no llega bien la corriente de 220V, es deficiente, tienes que quitarle el protector y entonces corres el riesgo. Tuvimos que comprar uno de 110V para poder climatizar el local”, relató José Velásquez.
Según Velásquez, la energía es tan débil, que no pueden conectar ni un microondas, una nevera pequeña o filtro para el agua, artefactos indispensables en un lugar de trabajo.
"Además de que el costo es muy elevado, sería inútil comprar la planta, porque si se va la luz no hay agua. Por lo menos las ventas han mejorado un poquito ahora que la energía se va menos, pero la idea es que se estabilice el servicio".
Gian Luca Cafiero
Comerciante del C.C. Plaza Mayor
Ante esta situación, la presidenta de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) en el estado Anzoátegui, Monique Loffredo, elevó la voz para que se haga un esfuerzo a fin de que la administración de cargas nacional sea programada y se pueda conocer, con antelación, cuándo harán los cortes para así poder adaptar la jornada laboral.
“Sabemos que ellos alegan que es difícil, pero abogamos por una buena organización nacional sobre la administración de cargas para que se pueda lograr un cronograma preventivo porque dejan en estado de incertidumbre muchas actividades, sobre todo aquellas que tienen que ver con los servicios”.
De igual manera, Loffredo señaló que para Fedecámaras siempre ha sido una bandera el tratar de impulsar que los servicios públicos sean abiertos a la participación del capital privado para contribuir en su mejora.
“La participación del capital privado en las empresas de servicios públicos puede contribuir, eficazmente, en que se incremente la inversión en la recuperación de infraestructura, y para eso existen modelos mixtos que ya han tenido éxito en muchos países, en empresas de alianzas público-privada”, enfatizó la líder gremial.
Barcelona / Elisa Gómez
