Este martes 4 de febrero, los comerciantes del municipio Simón Bolívar tomaron la sede del Servicio Autónomo Bolivariano de Administración Tributaria (Sabat) de Barcelona para manifestar su desacuerdo con los impuestos aprobados por el Concejo de esta jurisdicción y reunirse con las autoridades, a fin de tratar de lograr un reajuste.
Desde las 8:00 am fueron llegando los agremiados, quienes hablaron de las razones por las cuales los nuevos tributos los perjudican.
Iliana Tenías, dueña del Bodegón Tequila y Limón, aledaño a la plaza Cuatro Caras de la capital del estado, expresó que hace dos meses, cuando abrió su local, sólo tenía que cancelar 1 millón de bolívares por el impuesto de Actividades Económicas. Ahora la suma ascendió a Bs 21 millones.
Carmen Villasano, propietaria del negocio familiar Alé Limón, ubicado en la calle Bolívar, señaló que los montos fijados no les conviene porque los ingresos de todo un mes no les alcanzan para cancelar 5 millones, la tasa que le corresponde. Enumeró que por su venta de helados criollos, además tiene que pagar alquiler, aseo, agua, luz y el sueldo de los empleados.
“Sale mejor meternos a buhoneros, a bachaqueros, porque no se paga impuesto ni nada. Ya no nos queda otra, tendremos que cerrar puertas y lanzarnos a vender a la calle”, acotó Villasano.
Georget Bahachile aseveró que aunque no le gustaría bajar las santamarías de su empresa llamada Inversiones Jacobo, por ser la herencia de su padre desde hace 65 años, se verá forzado a hacerlo. Enfatizó que el impuesto y demás gastos lo obligarán a ello.
“Con este incremento nos quieren matar, quieren enriquecerse a costillas de nosotros y, aunque me dé mucho sentimiento, tendré que cerrar”.
Molestia
Luego de dos horas de espera en las afueras del ente, la molestia de los comerciantes se intensificó al enterarse de que el alcalde Luis José Marcano no asistiría al encuentro con el gremio.
“Si el alcalde quisiera ayudarnos estuviera aquí para sentarse con nosotros a debatir. Pensamos que él será el único que se verá beneficiado porque no vemos nuestra contribución en los servicios públicos”, recalcó Carmela Enríquez, dueña de la pastelería Tortilandia.
Estimó que debido a las escasas ventas que se registraron en el mes de enero, ningún comerciante, sin importar la antigüedad de la empresa, podrá costear los tributos. Asimismo indicó que las autoridades municipales deberían exonerar del pago a los negocios que apenas están empezando sus operaciones, pues de lo contrario irán rápidamente a la quiebra.
Debate
A las 10:00 am, representantes de distintos ramos comerciales ingresaron a la sede para reunirse con las autoridades municipales y del organismo tributario.
Wael Raad, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, señaló que luego del encuentro con directivos del Sabat, miembros de la alcaldía y de la Cámara Municipal acordaron realizar una asamblea, el lunes 10 de febrero, para presentar propuestas y evaluar el reajuste.
“Lo que nosotros pedimos es que bajen los montos que son muy fuertes, para que no ocurra un cierre masivo. A Barcelona no le conviene eso. Ellos se mostraron dispuestos a escucharnos. Nosotros como gremio nos encontramos en desacuerdo con esas medidas, pero estamos en el terreno de las soluciones".
Milena Pérez / Barcelona