Desde que comenzó diciembre, las calles del centro de Puerto la Cruz han mantenido un alto volumen de personas circulando. No obstante, en los últimos días la afluencia de ciudadanos se ha ido incrementando y, probablemente, siga en ascenso a medida que se acerquen las festividades propias de la época.
La flexibilización total de los últimos 31 días del año, establecida por el gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, liberó de restricciones de horarios a comerciantes y consumidores que a diario se observan en el casco central porteño.
Por ejemplo, quien se pasee por la calle Sucre, podrá constatar que últimamente se han multiplicado las mesas de vendedores informales que, en su mayoría, ofrecen ropa y juguetes.
Impresión
Además, da la impresión que junto al levantamiento temporal de la cuarentena, la ciudadanía optó por suspender también –unilateralmente- las medidas de bioseguridad, recomendadas para evitar contagios de Covid-19.
Entre los tarantines que ocupan las aceras y los peatones caminando, el espacio se reduce a tal punto de extinguir por completo el distanciamiento preventivo. Situación que preocupa aún más, pues, son muchos los que no usan tapabocas o lo llevan mal puesto.
En el futuro inmediato esto no parece que vaya a cambiar. Están muy cerca las fiestas de Navidad y Fin de Año y eso solo significa que, quizás, más personas salgan a la calle, tanto a ofrecer productos como a adquirirlos.
Puerto La Cruz / Javier A. Guaipo
