Justo cuando los restos de Eta finalmente salieron al mar el viernes, se estaba gestando otra tormenta que podría seguir su camino de muerte y destrucción en Centroamérica este fin de semana. Ello mientras la tormenta tropical Theta se acercaba a Europa.
Los expertos en huracanes estaban observando de cerca el Caribe, donde la depresión tropical 31 podría recibir un nombre, Iota, más tarde el viernes o sábado. Los meteorólogos advirtieron que podría encenderse rápidamente, con una fuerza cercana a un huracán importante, a medida que se acerque a Centroamérica el domingo y el lunes por la noche, y causar más estragos en una región donde la gente todavía está lidiando con las secuelas de Eta.
Esta temporada de huracanes en el Atlántico extraordinariamente ajetreada ha centrado la atención en el cambio climático, que según los científicos está provocando tormentas más húmedas, más fuertes y más destructivas.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami dijo que los remanentes de Eta aumentarían la velocidad hacia adelante en el próximo día más o menos a medida que se aleja de la costa sureste.
Eta también provocó inundaciones repentinas, rescates de agua y el colapso de al menos un puente en Carolina del Sur, manifestó Sandy LaCorte, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional en Greenville, Carolina del Sur.
Eta azotó Nicaragua la semana pasada como un huracán de categoría 4, matando al menos a 120 personas debido a que las lluvias torrenciales provocaron inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en partes de América Central y México.
Luego serpenteó a través de Cuba, los Cayos de Florida y alrededor del Golfo de México antes de llegar a tierra nuevamente cerca de Cedar Key, Florida, y atravesar Florida y las Carolinas.
El área de Tampa Bay fue azotada por ráfagas de viento y lluvia, y hubo una muerte en Estados Unidos relacionada con Eta: en Bradenton Beach, Mark Mixon entró en su garaje inundado mientras colocaba sacos de arena alrededor de su casa el miércoles por la noche y se electrocutó, dijo Jacob Saur., director de seguridad pública del condado de Manatee.
Anteriormente, los bomberos de Tampa tuvieron que rescatar a una docena de personas que quedaron atrapadas en una inundación por la marejada ciclónica en un bulevar adyacente a la bahía. Algunos vehículos permanecieron en la calzada el jueves. Los vecindarios aislados también experimentaron suficientes inundaciones como para evacuar.
Varios veleros se soltaron de sus amarres y llegaron a la costa en Gulfport, Florida, incluido el barco donde Mo Taggart ha vivido durante dos años con su perro. Ella piensa que el bote es una pérdida total.
"Fue un desastre", dijo Taggart. “Quiero decir, vine aquí. Mi bote está justo contra el malecón, rompiendo, rompiendo... Necesito conseguir otro bote. Quiero volver al agua, (mi perro) quiere volver al agua".
S. T. Petersburg / AP
