Diez años expresando su devoción a Nuestra Señora del Rosario de la Chiquinquirá, mejor conocida como La Chinita, llevan los carupaneros, que hasta este extremo del país, en la otra punta de Venezuela, literalmente, se trajeron una réplica de “La Tablita”.
Desde hace una década, en Santa Rosa, la catedral carupanera, se prende el fiestón, tanto religioso como cultural, para homenajear a la Virgen china, en una expresión que une a dos idiosincrasias muy parecidas en la bullanguería y lo ocurrentes.
La réplica de la imagen de la Virgen de la Chiquinquirá la donó a Carúpano, un nativo maracaibero, Jorge Jiménez, quien la trajo para un festejo de su cumpleaños, según relató Juan Rodríguez, quien forma parte del equipo que cada año adorna la catedral para la celebración.
Contó que el señor se mudó a Bermúdez y llevó la imagen hasta Santa Rosa, donde fue acogida con los brazos abiertos, al punto de que a estas alturas se ha instituido como una tradición local cada 18 de noviembre.
Los festejos incluyeron una celebración eucarística encabezada por el párroco Manuel Mogollón, en la semana se hizo una exposición de cuadros de la Virgen en el Museo Histórico de Carúpano y el cierre en la tarde con un concierto de gaitas, presentación de artistas y danzas locales.
Mariela Martínez, devota de la Virgen, señaló que lleva todos los años que tiene la imagen en Carúpano, colaborando con el festejo.
Dijo que la iglesia se llena de fieles, quienes acuden a dar gracias y a solicitar favores a la Virgen chinita.
Exposición
En la entrada de la catedral, una exposición de mantos recibe a los devotos, en una muestra de la relación entre los artistas y la devoción a la Virgen.
Entre las obras destacan uno elaborado por el renombrado artista pariano José Gregorio Valencia; más allá uno bordado por artesanos wayús, mientras que en otros se conjugan el arte y la fe de artistas marabinos y carupaneros.
En fin, una celebración que para muchos puede resultar atípica, por ocurrir en el otro extremo del país y en otro golfo, pero no menos válida por celebrarse en el umbral de Paria.
Bermúdez / Cecilia Lárez
