El Gobierno debe tener conciencia de que la situación nacional se agrava conforme pasan los días y debe dar un golpe de timón con urgencia. Así lo considera el arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino.
-¿Qué debe hacerse para enfrentar el aumento de la crisis?
-Esto es una tragedia. El Gobierno debe darse cuenta de que el camino que ha tomado es la ruina del país. Las autoridades no pueden estar con la conciencia tranquila ante lo que ocurre y los sectores de la oposición deben entender que están llamados a unirse y diseñar estrategias democráticas para impedir que aumente el deterioro. En los últimos días se han sumado problemas a la crisis de alimentos y de medicinas. El transporte es cada vez más precario en muchas ciudades, la gente debe caminar bastante para llegar a sus sitios de trabajo. También se ha acentuado la falta de agua y en algunos sitios llevan meses sin servicio eléctrico: Caracas, por ejemplo, está a oscuras. Nos encontramos con un país que no funciona.
“La situación del país es cada vez peor, y me da un grandísimo dolor decirlo. La crisis económica se profundiza con las medidas gubernamentales y la hiperinflación alcanza unos niveles asombrosos”.
Enfatizó que existe una crisis social horrible con la delincuencia haciendo de las suyas hasta en los cementerios. Hay ciudadanos muriendo por falta de medicinas y alimentos, y una crisis política agravada por la persecución a la disidencia. El gobierno no ha sabido instrumentar medidas para que esto cambie”, añadió el Cardenal.
-¿Qué diagnóstico hace sobre la situación de los derechos humanos?
-Son muchos los aspectos que se han deteriorado. El problema de la situación de las cárceles es pésimo. Muchos ciudadanos mueren de desnutrición en los penales o en cualquiera que sea el sitio donde están recluidos. Esto clama al cielo, igual que el recrudecimiento de enfermedades erradicadas como el paludismo, la difteria y la tuberculosis.
“El Gobierno no ha protegido el derecho a la salud del venezolano. No nos oyen ni oyen a nadie. Están sordos y solo oyen las voces que los alaban y aprueban”.
El cardenal Urosa Savino repudió la persecución a quienes disienten del Gobierno y lamentó que, en el país, haya un número significativo de presos políticos.
-¿Se le ha permitido a la Iglesia visitar a los presos políticos?
-No se nos permiten las visitas a los presos, no les interesa que se vea que estamos cerca y que apoyamos a los presos políticos, porque sí lo estamos y sí los apoyamos. Hay un grupo de personas que están presas simplemente por escribir un tuit, haber ido a una manifestación contra el Gobierno o ser alcaldes de la oposición. En este caso, las violaciones de los derechos humanos son evidentes. No han tenido el derecho al debido proceso, no son presentados en tribunales, están en un limbo jurídico o son sometidos a tratos crueles e inhumanos.
- ¿Considera están dadas las condiciones para que ocurra un estallido social en el país?
-Yo quisiera que no estuvieran dadas las condiciones, pero en cualquier momento se puede encender la chispa para que haya un estallido social. Está en manos del Gobierno impedir que haya un estallido social. Debe solucionar los problemas de la salud y de la comida, le corresponde hacerlo. Hay un pueblo sometido a inmensos sacrificios y humillado.
-¿Cómo evalúa las investigaciones de la Fiscalía sobre corrupción en Pdvsa?
- El país va muy mal y se ha descubierto un fraude, un mal manejo de Pdvsa y eso es gravísimo porque Venezuela depende del petróleo. No puedo prejuzgar el trabajo que realiza el fiscal general, creo que es un hecho positivo que se investigue la corrupción. Pero abogo porque las investigaciones no sean discrecionales y se llegue al fondo. El Gobierno ha arruinado la economía del país, los comercios están cerrados en la provincia, hay una contracción económica muy grave, el desempleo ha crecido y la producción del país está paralizada.
“Ojalá que se esté tratando de sancionar a quienes han robado la industria petrolera y que esto sirva para la sanación administrativa. Hay una cantidad de personas que tienen grandes bienes que no pueden explicar, están fuera del país con gastos increíbles y sus bienes no se corresponden con sus sueldos”, subrayó.
-¿Qué medidas considera debe aplicar el Gobierno luego de esta nueva ronda de negociaciones con la oposición?
-Una señal que el país espera, y que sería estupenda, es la liberación de los casi 300 presos políticos. El Gobierno debe dejar la persecución contra la Asamblea Nacional, reconocer sus facultades constitucionales y que haya una interacción entre los Poderes Públicos, así como la aplicación de medidas para enfrentar la crisis humanitaria. En este último aspecto hizo énfasis la Iglesia durante la reunión de Julio Borges, y otros dirigentes, con la Conferencia Episcopal, el 24 de noviembre.
-¿Por qué el papa Francisco no se ha pronunciado más sobre la situación de Venezuela?
-No tiene porqué decirlo todos los días, pero el papa Francisco está pendiente de Venezuela. En el mes de septiembre los obispos venezolanos nos reunimos con él, también lo hicimos en julio. El Papa está al tanto de la situación que vivimos y busca el bienestar del país, mantiene su disponibilidad a ayudar a superar los grandes problemas que confronta el país.
- ¿Estima que el proceso para las elecciones municipales del 10 de diciembre ha sido transparente?
-Hay gente con cierta esperanza que se ha lanzado como candidato. Este CNE debe ser sustituido y esa es una de las exigencias que se han hecha ante la mesa de negociación. Previo a las elecciones presidenciales debe cambiarse el órgano comicial para dar paso a un CNE con representantes de todos los sectores y que no sea dominado completamente por el Gobierno. El CNE es una oficina electoral del Gobierno y con esas características no puede ser imparcial.
- ¿Cuál cree es la intención de la Ley Constitucional contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia, aprobada por la ANC?
-El nombre de la nueva ley es lo de menos, pero eso de llamarla ley contra el odio es una medida efectista. El odio no es un sentimiento que se pueda regular. En todo caso, la violencia. El propósito de esta norma, antidemocrática y antipopular, es proteger al gobierno de las críticas que podamos hacerle los ciudadanos y aumentar la persecución y esto es inaceptable. Esta ley debe ser derogada.
- ¿Cuál es su mensaje para el país en este tiempo de Navidad que se inicia?
-La Navidad es la época en la que se evidencia la mayor exaltación del amor de Dios, a través de su hijo Jesucristo. Por lo tanto, el llamado es a la esperanza. En Venezuela debemos mantener la alegría en medio de las dificultades. Hoy más que nunca, y en condiciones precarias, debemos celebrar la Navidad cuyo verdadero significado va más allá de la comida y de las compras.
(Caracas/ Sofía Nederr)