El cuerpo de un recluso sin identificar, que murió por supuesta tuberculosis, el pasado 9 de mayo 2021, en el Hospital Universitario Luis Razetti de Barcelona, aún no ha sido retirado y comienza a descomponerse porque el sistema de enfriamiento de la morgue de este recinto está dañado.
Los restos tampoco han sido llevados al anfiteatro del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) porque las cavas de este lugar están repletas de cadáveres sin reclamar y algunas tampoco están funcionando.
De continuar este problema, tanto en el nosocomio capitalino como en la morgue del Senamecf, podría desatarse una epidemia. Los cuerpos están en proceso de descomposición, lo que pone en riesgo la salud de los trabajadores y de los residentes de las viviendas aledañas.
Barcelona / Eleida Briceño