Los botes de aguas blancas se han vuelto una característica de las calles de Puerto La Cruz. De hecho, hay quienes afirman que algunas tienen más de un año, tiempo durante el cual han deteriorado el pavimento.
Por ejemplo, en la calle Ricaurte, donde se ubica una parte de los vendedores informales del mercado porteño, se puede observar una tubería rota que, según los que laboran cerca, lleva varios meses en ese estado y ningún ente ha hecho el esfuerzo por repararla.
"Desde hace bastante tiempo que se pierde el agua ahí; incluso, en los últimos días ha salido con más fuerza de lo acostumbrado y se tuvo que abrir un canal pequeño para que corriera el líquido hacia la cuneta", explicó un trabajador informal, que prefirió reservar su nombre.
También señaló que los huecos en el asfalto, generados por la avería en el cruce con la calle Providencia, no se notan tanto porque los han rellenado con escombros. Sin embargo, el daño sigue siendo evidente.
En la calle Freites se encuentra otro bote del recurso hídrico, que acumula más de seis meses, y hasta la fecha ni la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) ni la alcaldía del municipio Sotillo han tratado de brindar una solución, afirmó Fabio Trujillo.
El señor, que tiene un tarantín cerca del lugar, detalló que cuando hay agua, el bache no se nota mucho pese a que es bastante grande. En los días que se logra secar se puede mirar su profundidad.
“Ahí ha caído una infinidad de carros. Más que todo en las noches se escuchan los golpes de los vehículos que caen porque ignoran lo pronunciado del hueco”.
Calles como la Honduras o Juncal, también del casco central portocruzano, son otras de las que acumulan un año o más en constante deterioro a causa de las frecuentes fugas de agua que aún no son corregidas.
Puerto La Cruz/ Javier A. Guaipo