La inflación en Venezuela volvió a repuntar en mayo al llegar a 38,6% frente a 27,5% de abril, según datos del Banco Central (BCV), la aceleración sucede en medio del confinamiento implementado para frenar la propagación del nuevo coronavirus.
Venezuela lleva seis años en recesión, bajos ingresos por la caída de la producción petrolera y no ha logrado salir de la hiperinflación que golpea los salarios de los ciudadanos, una crisis que ha causado la migración de unas cinco millones de personas.
En mayo del pasado año, los precios tuvieron una variación de 39,5%, de acuerdo con los datos oficiales.
El ente emisor venezolano informó que la inflación acumulada en los primeros cinco meses del 2020 fue de 295,9%.
En febrero y marzo el gobierno logró precios por debajo del 25%, gracias a una parcial apertura económica que implicó la relajación de controles al sector privado, pero bajo la cuarentena nacional los precios se han disparado.
Las fallas en el suministro de combustible, que afectan la distribución de alimentos, y el comportamiento del tipo de cambio han incidido en los aumentos de precios de los productos más esenciales.
A fines de abril el gobierno volvió a fijar precios a 27 alimentos, pero la medida fue aprobada sin consenso con los industriales, quienes temen que la regulación afecte el abastecimiento.
El BCV ha divulgado con retraso los datos de inflación. Las cifras sobre desempeño de la economía no se han publicado desde el año pasado.
Caracas / Reuters