La judoca mexicana Prisca Awiti Alcaraz no pudo hacer realidad su sueño de proclamarse campeona olímpica de -63 kilos al perder la final ante la eslovena Andreja Leski, pero admitió emocionada que la medalla de plata la "deja contenta porque es un logro muy importante".
"Estoy muy satisfecha, pero también con emociones mixtas por perder la final. El sueño siempre es el de ser campeona olímpica, pero una medalla de plata es muy importante. Yo no vine a París con una medalla en mente, sino a dar lo mejor. Llegar a la final y lograr la plata es para estar feliz", explicó.
La mexicana, nacida en Londres hace 28 años, ganó la semifinal a la croata Katerina Kristo y en ese momento ya estaba haciendo historia en el judo de su país, pues era un registro no alcanzado todavía. Después del combate llegó la concentración para la gran final.
"Es muy importante estar enfocada en la meta que persigues, no perder la concentración, quería hacer el primer bloque sin distraerme y luego me concentré para la final", señaló la azteca que perdió por ippon (10-1) ante la monarca Leski.
Una medalla de plata que cambiará la historia del judo mexicano y la personal de Prisca, pues la presea olímpica es el objetivo de cualquier deportista.
"Mi vida cambia, y la del judo mexicano. Es el logro del equipo nacional, de mis compañeros, de los entrenadores, de mi familia, que han estado conmigo hoy (martes). Sin ellos nada hubiera sido posible", concluyó entre lágrimas de emoción.
Ciudad de México / EFE