El asesinato de la monja española Inés Nieves Sancho, de 77 años, en la República Centroafricana (RCA) ha causado conmoción dentro y fuera de este país, ya que no es primera vez que sucede e informes policiales han destacado que han sido muchos los religiosos que han perdido la vida.
El cuerpo sin vida de la española Nieves, también con nacionalidad francesa, fue hallado el pasado lunes en la localidad de Nola (oeste), a algo más de 130 kilómetros de la ciudad de Berberati, donde enseñaba costura y bordado a un grupo de mujeres, la mayoría madres solteras.
La noche del pasado domingo, la monja "estaba durmiendo cuando un grupo de desalmados la sacó de la cama y se la llevó al taller de costura para no hacer ruido", relató el obispo de la diócesis de Bangassou, quien informó del suceso.
El portal de noticias de El Nacional reseñó en su página web el acontecimiento, "allí se ensañaron con ella. El cadáver estaba en muy mal estado, lleno de heridas, y lo más importante, degollado, prácticamente decapitado", señaló Aguirre sobre este crimen, cuya autoría y motivaciones aún se desconocen.
El asesinato ha provocado numerosas muestras de repulsa, como la del papa Francisco, que desde el Vaticano calificó de barbarie el suceso durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro, y recordó que ejemplifica un caso más de una mujer "que da la vida por Jesús y en el servicio a los pobres".
Caracas/ Redacción web