A pesar de que ya se aproxima la fecha tentativa para el regreso a clases en territorio nacional, las librerías de Maturín no lucen tan concurridas como en otras oportunidades.
"El movimiento ha sido regular. Ciertamente ha habido menos movimiento que otros años", expresó Jannarys Battikha, quien ejerce labores en una de las principales librerías de la capital monaguense.
Battikha se refirió a la competencia que representan los supermercados asiáticos, tras su incorporación en el mercado de los útiles escolares.
Comentó que a nivel de librería la afluencia es superior, debido a que los representantes de escuelas privadas llevan las listas de los títulos académicos que requieren y ellos se los suministran.
Reconoció que en cuanto a las escuelas públicas la situación es distinta, pues no siempre hay un requerimiento formal de los útiles.
Isabel Marcano, madre de dos niñas en edad escolar, puntualizó que debido a la situación económica ha tenido que buscar precios en distintos establecimientos para adquirir los materiales necesarios para el regreso a clases de sus hijas.
"Unas cosas las compro aquí, otras allá. El asunto es rendir la plata, porque no sólo son los útiles, sino los uniformes, la merienda...", agregó.
Maturín / Oriana García Rivas