Agentes federales detuvieron este lunes a cientos de migrantes en el sur de México que iban en caravana rumbo al norte, en el mayor operativo del que se tiene noticia desde que miles de centroamericanos optaron por migrar en caravana rumbo a Estados Unidos.
El Instituto Nacional de Migración indicó que había “rescatado” a 367 migrantes que habían intentado agredir a los agentes federales.
La entidad, que nunca habla de detenidos, dijo en un comunicado emitido que había trasladado a los migrantes, entre ellos un “número significativo” de menores, a una estación migratoria.
“Se llevó a cabo un procedimiento de revisión migratoria a un grupo de personas, que ante esta labor del Instituto, iniciaron una agresión al personal del INM”, indica la nota. “Por esta razón, se solicitó el apoyo de la Policía Federal”.
Periodistas de AP en el lugar no vieron agresión alguna por parte de los migrantes, aunque en un segundo operativo y la vista de que las autoridades estaban deteniendo a hombres, mujeres y niños, parte de la caravana sí se armó con palos y piedras que no utilizaron.
Durante las detenciones el lunes, cientos de otros migrantes huyeron internándose en la maleza junto a la autopista en el estado de Chiapas para eludir a las autoridades.
Muchos ya han descubierto que no encontrarán la misma hospitalidad que recibió a otras caravanas en las localidades por las que pasen, y ahora saben que caminar por la autopista rural tampoco es una senda segura.
Pijijiapan / AP