El presidente de Estados Unidos Donald Trump dijo el martes que su país podría imponer sanciones más severas contra Venezuela como parte de su campaña para destituir al presidente Nicolás Maduro.
Los recientes apagones en Venezuela muestran que “algo terrible pasa ahí” y “necesitamos poner un fin” a la actual situación, dijo Trump en conferencia de prensa conjunta con el presidente brasileño Jair Bolsonaro en la Casa Blanca.
Tanto Brasil como Estados Unidos han expresado su apoyo al líder de la oposición de Venezuela Juan Guaidó, quien ha sido reconocido como el presidente legítimo del país por unos 50 gobiernos. En un intento por forzar el cambio de liderazgo, Estados Unidos ha impuesto sanciones a Venezuela contra el petróleo, así como contra individuos vinculados con el gobierno de Maduro, quien afirma que es víctima de un golpe de Estado promovido por Estados Unidos.
Estados Unidos podrá imponer sanciones “mucho más duras” contra Venezuela de ser necesario, dijo Trump, y reiteró que “todas las opciones están abiertas” cuando se trata de negociar sobre la crisis en Venezuela. Agregó que su país “no busca otra cosa que cuidar a muchas personas”.
En Caracas, el gobierno venezolano expresó en un comunicado su contundente rechazo a “las peligrosas declaraciones” de Trump y Bolsonaro, afirmando que “resulta grotesco ver” a dos jefes de Estado “hacer apología de la guerra sin destemplanza alguna, en flagrante violación de la Carta de Naciones Unidas”.
“Preocupa sobremanera la influencia guerrerista estadounidense sobre Brasil y las tesis supremacistas de Donald Trump sobre Jair Bolsonaro. Sin duda, ambos presidentes reflejan las ideas más retrogradas para los pueblos de la región, así como para la paz y seguridad mundial”, agrega el escrito.
Las autoridades estadounidenses dicen que están enfocados en presionar diplomática y financieramente al gobierno de Maduro, quien afirma que Trump prepara una intervención militar en un país que batalla con hiperinflación y escasez de productos básicos. En años recientes, más de 3 millones de venezolanos han huido del país que alguna vez fue la nación más rica de Latinoamérica gracias a sus vastas reservas petroleras.
Estados Unidos y Guaidó culparon de los recientes apagones a nivel nacional a la supuesta corrupción y mala gestión de Maduro, quien a su vez culpó a lo que dice que fue un sabotaje dirigido por Estados Unidos.
El martes, Estados Unidos agregó una empresa minera estatal venezolana a una lista creciente de entidades sancionadas. La medida prohíbe a ciudadanos o entidades estadounidenses realizar transacciones financieras con la minera Minerven o su presidente, Adrián Antonio Perdomo Mata. La compañía apoya a Maduro, dijo el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
El Departamento del Tesoro también levantó las sanciones que pesaban sobre las esposas de dos magnates de la televisión venezolanos cercanos a Maduro dos meses después de que sus bienes en Estados Unidos fueron congelados como parte de una serie de medidas contra la corrupción.
María Alexandra Perdomo y su esposo Raúl Gorrín estaban entre los siete individuos sancionados en enero por supuestamente dirigir una red que desfalcó 2.400 millones de dólares de las arcas del Estado a través de corruptos acuerdos monetarios.
Quitar a Perdomo de la lista negra, así como a la esposa del cuñado y socio comercial de Gorrín, Raúl Perdomo, indica que ambas mujeres podrían estar cooperando con las autoridades estadounidenses que tratan de desenmarañar una red de corrupción que proliferó durante dos décadas de gobierno socialista en Venezuela. Los fiscales en Miami imputaron el año pasado cargos contra Gorrín de sobornar a autoridades venezolanas.
Mientras tanto, en Roma, funcionarios de Estados Unidos y Rusia continúan discrepando sobre cómo resolver la crisis política venezolana. Elliott Abrams, enviado especial del gobierno de Donald Trump para Venezuela, se reunió con el vicecanciller ruso Serguei Ryabkov para analizar la situación en el país sudamericano.
“No hubo un consenso, pero las conversaciones fueron positivas en el sentido de que ambas partes comprendieron mejor las posiciones de la otra”, dijo Abrams a la prensa.
Rusia respalda al gobierno de Maduro y acusa a Estados Unidos de interferir en los asuntos internos venezolanos al presionarlo para que renuncie y entregue el poder a Guaidó.
En declaraciones a periodistas rusos, Ryabkov enfatizó la necesidad de mantener el diálogo con Washington, pero advirtió que Estados Unidos no debe intervenir militarmente.
“Hemos advertido a Estados Unidos que no debe adoptar ese enfoque temerario”, dijo Ryabkov en declaraciones reproducidas por las agencias noticiosas estatales Tass y RIA Novosti.
Caracas / AP