Tener más de 10 años sin recibir ningún tipo de mantenimiento le está pasando factura a las instalaciones del emblemático Grupo Escolar Sotillo, especialmente a partir del sismo que se registró en agosto del año pasado.
Paredes y columnas agrietadas, así como filtraciones en la mayoría de las áreas son algunos de los daños que se observan al recorrer los espacios en los que 940 niños reciben clases desde educación inicial hasta básica.
Según representantes del Consejo Educativo, funcionarios de Protección Civil (PC) levantaron un informe en octubre de 2018 y solicitaron que allí fuesen suspendidas las actividades académicas ante el riesgo de que el techo pudiera desplomarse.
En el documento también instaron a las autoridades a coordinar una visita con un ingeniero civil y otros especialistas, para iniciar cuanto antes la impermeabilización del techado de todo el recinto.
Al respecto, Gildred Flores, madre de un estudiante de 4to grado, manifestó que, por escrito, la dirección del plantel les notificó el caso a la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (Fede), así como a la Corporación de Vialidad e Infraestructura del estado Anzoátegui (Covinea), Alcaldía de Sotillo y otras autoridades locales, regionales y nacionales. Supuestamente sólo algunos funcionarios han ido a inspeccionar y luego marchado con la promesa de regresar.
“Es demasiado preocupante que nuestros hijos reciban clases así. Las maestras tienen que ingeniárselas para evitar que se coloquen en las áreas más peligrosas, aquellas que pudieran ceder en cualquier momento, especialmente en algunos salones de segundo y sexto grado que se encuentran en peores condiciones”, expresó.
Pero no sólo los alumnos corren peligro en este centro de enseñanza, pues por ser una de las principales escuelas nacionales de Puerto La Cruz, su sede es también es utilizada para el desarrollo de programas del Gobierno, como Misión Ribas, la Universidad Bolivariana de Venezuela, la Universidad del Magisterio y de cursos para adultos, a través de la gobernación y la oficina de la Defensoría Educativa del municipio, entre otras.
Rehabilitación
Los baños son unas de las áreas que con urgencia requieren ser intervenidas por las autoridades gubernamentales. Las paredes están agrietadas y el piso, la grifería y algunos urinarios están en malas condiciones.
“Eso sin contar que la Zona Educativa tiene tiempo sin enviar productos para la limpieza. Nosotros los representantes somos los que colaboramos con lo que podemos”, refirió Flores.
En cuanto al comedor, los padres y representantes aseveraron que funciona gracias a las ganas que le han puesto para contar con un buen espacio y las herramientas necesarias, pues el personal del Sistema de Alimentación Escolar (SAE) había empezado a llevar insumos sin siquiera realizar el acondicionamiento del lugar.
“Lo único que teníamos era la cocina. Con nuestro esfuerzo arreglamos las paredes y trajimos utensilios como ollas y envases para preparar la comida”, manifestó Carolina Rojas.
Pese a que actualmente esta institución es surtida sólo con arroz, espagueti y aceite, los padres señalaron que deben colaborar para complementar los platos, por ejemplo, con granos.
“No podemos permitir que les den solo espagueti con aceite a nuestros hijos. Además, las maestras ya tienen precisado que hay 95 niños en pobreza extrema en ambos turnos, por lo que se trata siempre de prepararles una comida adicional con el apoyo de las iglesias”, destacó Rojas.
Abandono
El auditorio del Grupo Escolar Sotillo también se encuentra abandonado desde hace más de 10 años, al parecer, debido a daños en el techo.
Sin embargo, un representante de la institución aseguró que tras una inspección, PC dijo que no había razón para dejar de utilizar el espacio.
Mientras tanto, varios salones de educación inicial no sólo necesitan arreglos en la techado, sino también que los doten de aires acondicionados, pues debido al calor, los pequeños deben ser despachados antes de la hora establecida.
Puerto La Cruz / Elisa Gómez