Desde el sábado, los niveles del río Neverí están descendiendo en las comunidades de Barcelona que resultaron afectadas por la crecida, que se originó el pasado jueves 29 de julio.
En sectores como El Muro, El Cotoperí y La Burra lo que impera ahora son charcos, humedad y zancudos dentro y fuera de las viviendas, como parte de los resultados de la inundación.
Según el dirigente vecinal de El Cotoperí, Alberto Ruiz, el cauce bajó debido a que trabajadores locales se encuentran drenando el canal de alivio en el tramo que desemboca en el mar, donde supuestamente estaba obstruido.
Del mismo modo, vecinos reconocieron que dirigentes políticos se hicieron presentes al momento de los hechos a fin de colaborar con la entrega de bolsas de alimentos, agua potable y medicinas, pero, al parecer, quedó en promesas lo de las colchonetas para poder dormir.
Y es que a pesar de los días transcurridos, aún los residentes tienen sus colchones y otros enseres mojados. Todavía no han podido cuantificar las pérdidas ocasionadas.
Barcelona / Elisa Gómez