El abogado penalista Alberto Arteaga asegura que el crimen en Venezuela sí paga, mientras que la fuerza pública más bien propicia el desorden con enfrentamientos que encubren ajusticiamientos. Asevera que la población se mantiene inerme ante los atropellos del régimen, sin reclamar sus derechos.
–¿Qué pasa con la justicia de un país cuando el fiscal general, abismado, comenta públicamente sobre la matraca militar y policial en las alcabalas?
–Que ha desaparecido todo vestigio de justicia, sin que su defensor haya caído en cuenta de ello. La matraca se ha convertido en patrimonio nacional.
–¿Se ha violado la ley en la repartición de las vacunas?
–No solo la ley, sino la esencia de un sistema democrático: la justicia, la igualdad y la solidaridad social.
–¿Qué tiene de reformista la reforma del sistema judicial que adelanta el Gobierno?
–No habrá reforma alguna del sistema de justicia, si no se renuncia al control político del poder judicial.
–¿Quedará como aquella comisión de derechos humanos (DDHH) promocionada por el mismo régimen?
–Quedará como todas las comisiones: diagnósticos y recomendaciones, con los mismos problemas y soluciones que no se han implementado en los últimos 20 años...y tampoco antes.
–¿Cuáles son sus defendidos con menos esperanzas?
–Los “presuntos” condenados por declaraciones a través de los medios.
–¿Se ha sentido abogado de causas perdidas?
–Sin duda, y ello ha ocurrido cuando la ley es más clara y los argumentos jurídicos irrebatibles.
–¿Reivindicó la historia a su defendido Carlos Andrés Pérez?
– Por supuesto ha quedado reivindicado como demócrata y político sin odios imprescriptibles.
–¿Ha recibido amenazas antes o después de 1998?
–No amenazas, pero sí reproches por defender principios, antes y después de 1998.
Poder vs Ley
–¿La defensa indefensa hoy?
–La defensa contra el poder se convierte en impotencia y frustración.
–¿Qué convierte a los presos políticos en políticos presos?
–Una típica argucia leguleyesca.
–¿Persisten las torturas?
–La incertidumbre de un proceso y el dolor de una familia ante el oscuro encierro constituyen evidencias de torturas.
–¿Tarda pero llega la justicia de la Corte Penal Internacional?
–Tarda demasiado y ello genera un manto de escepticismo.
–¿Sentenciará esa Corte?
–La única sentencia que llega y no defrauda es la sentencia divina.
–¿Ha clamado a la justicia divina?
–Así lo hacen las madres que han perdido a sus hijos y saben que no habrá justicia.
–¿Controla Carlos Revette, alias “el koki”, al régimen?
–Sin justicia no puede extrañar la realidad del imperio de las bandas.
–¿Quiénes ganan en el juego de ladrones y policías?
–La impunidad siempre gana, el delito sí paga y la policía, en no pocas oportunidades, no garantiza el orden, sino el desorden.
–¿Le correspondería un defensor a “el koki” en caso de ser apresado?
–La defensa es un derecho inviolable.
–¿Lo indefendible en la Venezuela de hoy?
–La corrupción y el abuso del poder deben ser erradicados y condenados.
–¿Es el venezolano “ilegal” por naturaleza?
–No hemos internalizado el valor de las leyes y estamos convencidos de que estas se acatan, pero no se cumplen.
–¿La institución más pulcra en Venezuela?
–La Iglesia, en su testimonio y defensa de los más necesitados.
–¿La más incólume durante la democracia?
–La familia, en el rostro de tantas madres que mantienen la esperanza de un país mejor.
–¿La que se viola a sí misma?
–La ley, al parecer dictada para ser violada
Letargo gremial
–¿Una autocrítica al gremio de abogados ante el caos jurídico?
–El conformismo y la aceptación de un sistema que se afinca en la violación de los derechos ciudadanos.
–¿Se deja violar la población?
–Como pueblo, no reaccionamos ante los abusos y atropellos y no somos solidarios con quienes pretenden hacer valer sus derechos.
–¿Viola algún derecho el actual Consejo Nacional Electoral (CNE)?
–El CNE debe garantizar el respeto absoluto a la expresión libre de la voluntad del votante
–¿Lo más insólito del sistema judicial?
–Que los artífices del desastre de la justicia sean los promotores de la revolución judicial.
–¿Está la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) fuera de la Constitución?
–La FANB es una institución profesional, sin militancia política, al servicio de la nación y no de persona o parcialidad política alguna. Esto, según el artículo 328 de la Constitución
–¿Un modelo latinoamericano de justicia?
–El drama o la tragedia latinoamericana es, en gran medida, la tragedia de la justicia y su dependencia de la política.
–¿Se pierde el tiempo denunciando ante el Ministerio Público?
– Se pierde el tiempo y se defrauda al ciudadano
–¿La impunidad madre?
–Los enfrentamientos que encubren ajusticiamientos.
–De pasar todo esto, ¿qué hacer con los colectivos armados?
–El Estado debe hacer sentir su “auctoritas” e imponer el respeto a la legalidad.
–¿Y con el Poder Moral?
–El Poder Moral debe hacer honor a su fortaleza, por encima de la fuerza, la injusticia y el atropello al ciudadano.
–Mientras, ¿sigue siendo ciega y sorda la justicia en Venezuela?
–En materia de justicia hemos sido aplazados desde los inicios de la República... hasta el día de hoy.
DE PERFIL
Alberto Arteaga Sánchez es abogado egresado de la Universidad Central de Venezuela, en 1965. En 1967 cursó postgrado en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde se especializó en Derecho Penal. En 1973 culminó otros estudios de especialización en la Universidad Degli Studi Di Roma. Se ha desempeñado como profesor en el Instituto de Ciencias Penales y Criminológicas de la máxima casa de estudios. Fue jefe del Departamento de Ciencias Penales y Criminológicas y jefe de la cátedra de Derecho Penal, en 1979; miembro de la Delegación Venezolana ante la Conferencia especializada sobre la Extradición, organizada por la Organización de Estados Americanos (OEA), en 1981; decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, en 1984, reelecto para el período 1987-1990. Se ha destacado como ponente en diversos seminarios, cursos y conferencias. Es autor de obras jurídicas y artículos de opinión en materia jurídico-penal. Como individuo de número ocupa un sillón en la Academia de Ciencias Políticas y Sociales.
Caracas / Jolguer Rodríguez Costa