Hermetismo, silencio y sin disposición para convocar jornadas de activismo es lo que se ha notado entre los dirigentes políticos que integran la Mesa de la Unidad Democrática (PUD) en el municipio Anaco, cuando hoy se cumplen tres meses del proceso electoral presidencial del 28 de julio.
Y es que durante las últimas cuatro semanas, la mayoría de los voceros del bloque opositor conformado por Primero Justicia (PJ), Acción Democrática (AD) en resistencia, Movimiento por Venezuela (MpV), Convergencia, Causa R, Voluntad Popular (VP), Centrados, Encuentro Ciudadano, Copei-ODCA, Un Nuevo Tiempo (UNT) y el Partido Centro Democrático, ha permanecido de bajo perfil y no ofrece declaraciones a la prensa alegando que siguen lineamientos de la dirigencia nacional y regional de los partidos y, principalmente, por motivos de seguridad.
En lo que va de mes, sólo el secretario general de Copei-ODCA, Nexi Pérez, y el coordinador municipal de Voluntad Popular, Teo Valiente, se han pronunciado sobre las posturas de ambas organizaciones políticas, luego de los comicios presidenciales y han informado sobre las actividades que se encuentran realizando.
Pérez enfatizó que "debe haber entendimiento por parte del gobierno para que se inicie la transición", mientras que Valiente destacó que desde el partido en el cual milita siguen trabajando para hacer respetar "lo que se decidió en las elecciones presidenciales del 28 de julio, donde quedó reflejada la voluntad de un pueblo".
Durante este lapso tampoco han surgido opiniones de la dirigencia de Vente Venezuela, pues el principal vocero de esa tolda era el coordinador en la zona centro de Anzoátegui, Julio Itriago, quien fue detenido el 30 de septiembre por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y posteriormente trasladado a Caracas.
De manera extraoficial se supo que Itriago habría sido imputado por los delitos de incitación al odio y terrorismo.
El Tiempo intentó obtener puntos de vista de los ciudadanos sobre la posición asumida por la dirigencia política a nivel local, pero también mostraron reticencias sobre el tema.
"Hay mucha incertidumbre y temor. No podemos decir lo que queremos porque es un riesgo. Eso es lo que impide que ellos hablen", dijo una residente del sector Pueblo Nuevo, quien prefirió omitir su nombre.
La respuesta que dio un estudiante, quien igualmente pidió no ser identificado fue similar. "Hay que quedarse callado y permanecer tranquilo. Es por seguridad", expresó.
Anaco / Redacción Web
