El emblemático cabaret parisino del Moulin Rouge perdió sus aspas, que se desprendieron y cayeron al suelo en un accidente sin víctimas. La causas del desprendimiento aún se desconocen.
Las aspas se desplomaron en el bulevar de Clichy algo después de las 2.00 hora local (00.00 GMT) y dañaron también ligeramente la fachada del edificio. Los bomberos llegaron hacia las 2.45 (00.45 GMT) y establecieron un perímetro de seguridad en torno al edificio por si cayeran más elementos o materiales.
Fundado en 1889 a los pies de la famosa colina de Montmartre, el Moulin Rouge se convirtió rápidamente en uno de los símbolos de la noche parisina y de los atractivos turísticos de la capital francesa.
El cabaret celebra en 2024 su 135 aniversario y recibe a unos 600.000 visitantes al año, según sus propias cifras.
A primera hora de esta mañana, Montmartre amaneció conmocionado por un Moulin Rouge atípico cuyos restos desprendidos, entre los que también se encuentran las letras ‘M’,’O’ y ‘U’ del cartel luminoso, ya habían quedado recogidos por completo sobre las 9:45 (7.45 GMT).
Las caras de las decenas de turistas que habitualmente se aglomeran en bulevar de Clichy para tomar fotos de este icono de la ‘Belle époque’ (1871-1914) reflejaban este jueves esa tristeza. Aunque otros, como una pareja de españoles que regresaron esta mañana a ver los desperfectos, se alegraban de haber podido tomar una instantánea de la fachada en su estado original justo anoche.
Fue el 6 de octubre de 1889 cuando el molino inauguró e iluminó por primera vez las aspas del molino rojo que identifica a este cabaret. Un símbolo de la noche parisina e inspiración de novelas, películas y obras de teatro.
Una gigantesca pista de baile, espejos por todas partes y un jardín fueron algunos de los atractivos que cautivaron a una burguesía desatada en un momento en el que la cultura popular experimentaba su auge.
«Despreocupación», «ligereza» y «alegría de vivir» son las palabras con las que este recinto describe ese periodo de seducción artística, con una programación inspirada en el circo, el baile del Cancán o incluso con un desfile de Cleopatra desnuda. En la segunda mitad del siglo XX llegó a haber en su interior hasta un acuario en el que bailarinas desnudas eran el centro de todas las miradas del público.
«El Moulin tiene 135 años, pero estas aspas tienen unos veinte», afirmó el director del cabaret, ya que los elementos volantes se renuevan cada cierto tiempo. Todavía anonadado, detalló que las aspas, hechas de una mezcla de madera y aluminio, son inspeccionadas cada dos meses por una empresa externa que en la última revisión no detectó ninguna anomalía.
Es la primera vez que se produce un suceso de estas características en este lugar. Desde su inauguración, el único accidente grave hasta ahora registrado había sido un incendio provocado por unas obras en 1915, que provocaron el cierre durante nueve años.
La dirección ya ha enviado a un taller las aspas para coger las plantillas y los patrones y proceder con una acelerada reconstrucción. Y es que ver el Moulin Rouge sin sus alas es «un poco triste».
El incidente no provocará alteraciones en la programación. El Moulin Rouge recibe, según la dirección, más de 500.000 visitantes cada año y es uno de los atractivos turísticos más fotografiados de la capital francesa.
París / EFE