Estados Unidos lanzó una campaña de bombardeos contra objetivos de la Guardia Revolucionaria iraní y sus milicias aliadas en Siria e Irak, en lo que ha alertado es solo el inicio de su respuesta por la muerte de tres soldados estadounidenses en un reciente ataque de esos grupos.
Estos bombardeos, que alcanzaron desde cuarteles hasta almacenes de armas, son los de mayor envergadura por parte de Washington desde que la agrupación de milicias proiraníes Resistencia Islámica en Irak comenzara a atacar bases estadounidenses en la región en el marco de la guerra de Gaza iniciada el pasado octubre.
La amalgama de grupos iraquíes estuvo detrás del bombardeo de un dron que el pasado domingo causó la muerte de tres soldados estadounidenses e hirió a otras 40 personas en una base militar situada en la frontera entre Siria y Jordania, la primera con víctimas mortales de sus alrededor de 150 acciones.
Washington, que ya llevaba días anunciando una respuesta, cargó esta noche contra 85 objetivos diferentes de las milicias proiraníes, entre ellos centros de operaciones, proyectiles, almacenes de drones e instalaciones logísticas, según el Comando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU. (CENTCOM).
Para la campaña, se emplearon 125 municiones de precisión y diferentes aeronaves, “incluidos bombarderos de largo alcance que volaron desde Estados Unidos”, afirmó el CENTCOM en un comunicado.
En Siria, los ataques aéreos se concentraron en la zona de Al Mayadín, considerada la ‘capital iraní’ en el país, así como en el distrito de Al Bukamal, fronterizo con Irak y una importante ruta de abastecimiento para las milicias proiraníes aliadas del Gobierno sirio.
Y en menor medida, resultó también afectada la capital de la provincia en la que se ubican ambas áreas y que sufrió un apagón parcial a causa de los bombardeos, según informó la agencia oficial de noticias siria SANA.
En total, los bombardeos se esparcieron por una franja de unos 130 kilómetros y se saldaron con la destrucción de 26 “importantes” objetivos pertenecientes a los grupos apoyados por Teherán, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, aseguró que al menos 18 milicianos murieron esta noche, aunque la red de activistas locales ‘DeirAlZur24’ por ahora solo ha confirmado heridos a causa de la campaña.
Por otro lado, una fuente del Ejército iraquí con rango de coronel dijo a EFE en condición de anonimato que cinco milicianos proiraníes murieron en “varios” ataques aéreos contra posiciones de la poderosa milicia Kataib Hizbulá en la zona de Al Qaim, pegada a la divisoria con Siria.
Kataib Hizbulá, integrante clave de la Resistencia Islámica en Irak, había anunciado tras el ataque desencadenante del domingo que dejaría de atacar objetivos de Estados Unidos en la región.
Medios iraquíes informaron de que los aviones de Washington también alcanzaron hoy la localidad de Akashat, a unos 150 kilómetros al sur de Al Qaim, y tuvieron como objetivo un cuartel general de la agrupación progubernamental iraquí Multitud Popular, también conformada por Kataib Hizbulá y otras milicias proiraníes.
Las Fuerzas Armadas de Irak alertaron de que la campaña estadounidense tendrá “repercusiones desastrosas” en Oriente Medio, sumido en una espiral de creciente violencia en varios frentes derivados de la guerra de Gaza.
“Estos ataques se consideran una violación de la soberanía iraquí, socavan los esfuerzos del Gobierno iraquí y representan una amenaza que arrastrará a Irak y a la región a consecuencias imprevistas, cuyas repercusiones serán desastrosas”, dijo en un comunicado el portavoz militar iraquí, Yahya Rasul.
Los miembros más importantes de la Resistencia Islámica en Irak, como Kataib Hizbulá o Al Nujaba, están integrados de facto en las Fuerzas Armadas iraquíes bajo el paraguas de la Multitud Popular, y otro reciente ataque de Washington contra ellas ya desató una crisis con ese país.
En represalia, las autoridades iraquíes ya estaban tanteando la salida de la coalición internacional antiyihadista que EE.UU. lidera en Irak y Siria, un rifirrafe que se podría ver ahondado tras la gran oleada de bombardeos de esta noche.
Sin embargo, el presidente estadounidense, Joe Biden, ya ha alertado de que esto solo es el inicio de la respuesta a la muerte e sus tres soldados, y que esta “continuará en el momento y lugares de nuestra elección”.
Aunque la acción que mató a los militares fue reivindicada por la Resistencia Islámica en Irak, esta semana Biden consideró a Irán como “responsable” del mismo por “estar suministrando armas a las personas que lo hicieron”.
Beirut / EFE