Ante la llegada de la temporada navideña y la instalación de luces y adornos alusivos, los maturineses han encontrado otra forma de disfrutar de la ciudad.
Tras el embellecimiento y alumbrado de plazas y parques de la capital monaguense, la vida nocturna ha tenido cambios positivos.
La gente acude en familia, disfruta de los juegos, toma fotografías y consume alternativas locales.
"Es bueno porque no hay necesidad de gastar mucho o nada, los niños se divierten con sólo ver las luces. Es una emoción para ellos", expresó Dayana Márquez, quien visitó la plaza Ayacucho.
Paola González, quien acudió con su hijo a los alrededores de la Fundación del Niño, calificó como "impresionante" la decoración del lugar.
"También ayuda a que los negocios tengan más movimiento, ahorita trabajan hasta más tarde. Ojalá que esto perdure después de la Navidad", agregó.
Gabriel Betancourt, quien se dedica al comercio informal, puntualizó que esta temporada le ha brindado una oportunidad de negocio.
"Podemos vender nuestras cosas, no es para enriquecerse, pero ayuda a resolver algo del día a día", manifestó.
Maturín / Oriana García Rivas