Un largo caminar, hambre, esconderse de las autoridades de migración y frío ante las bajas temperaturas es lo que viven las madres venezolanas con sus hijos pequeños varadas en la mexicana y fronteriza Ciudad Juárez, reseñó el domingo la agencia EFE.
Ellas, en algunos casos, pasan semanas en un campamento cercano al Río Bravo, con el fin de alcanzar el sueño americano.
Aunque diferentes autoridades les han insistido para llevarlos a un albergue, ellos continúan a la intemperie. Piensan que así el Gobierno Estadounidense va a autorizar que crucen hacia el país al que quieren llegar.
Uno de los ejemplos es el de Daryana, quien declaró a EFE que “se sufre bastante”.
“Venimos con los niños, nos toca pasar selva, nos toca caminar bastante, venimos huyéndole a la migración, los niños se enferman”, expresó.
Añadió que el Gobierno estadounidense debería dar prioridad a las familias que tienen niños, que no todos los migrantes son malos y aclaró que las madres y padres buscan darles oportunidades de futuro a sus hijos.
Ciudad Juárez / Redacción Web