En las elecciones más polarizadas de la historia de Brasil, el país más grande de América Latina, el nuevo presidente volverá a definirse en un en una segunda vuelta tras un resultado que pocos preveían: el exmandatario Luiz Inacio de Lula da Silva, que confiaba en un triunfo en primera vuelta, logró el 47,8% de los votos válidos y competirá con el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, que alcanzó el 43,61%, reseñó el diario La Nación de Argentina.
La votación a favor de Bolsonaro estuvo muy por encima de lo que anticipaban las encuestas y según EFE eso lo hará tener aspiraciones renovadas al segundo turno de los comicios el 30 de octubre.
Para Lula, que buscaba dar un golpe de efecto en su resurrección política tras el trauma de las condenas por corrupción, el estrecho resultado, con una diferencia cinco millones de votos, marcó un frenazo que nadie esperaba en el Partido de los Trabajadores (PT), entusiasta en el cierre de la campaña.
En cambio, para Bolsonaro -que en 2018 había sorprendido al mundo al derrotar en ballottage al entonces delfín de Lula, Fernando Haddad- resultó un envión que le permitirá encarar con otras aspiraciones las cuatro semanas en una segunda vuelta que podría ser dramática.
Simone Tebet (MDB, 4,23%) y de Ciro Gomes (PDT, 3,06%), además de lo obtenido por otros siete contendientes, representarán sufragios potenciales para los candidatos, que pretenden gobernar a un país en crisis.
Brasilia / Buenos Aires / Redacción Web