Durante varios días los familiares de Luis Ángel Díaz Ibarreto alzaron su voz. Entre protestas y comunicados en las redes social hicieron pública la exigencia de una investigación a fondo ante el deceso del muchacho. Las autoridades escucharon los argumentos y dieron respuesta a sus interrogantes. El joven fue asesinado.
El caso fue trabajado por funcionarios de la Coordinación de Investigaciones de Delitos Contra Las Personas Anzoátegui de la policía científica, quienes dedicaron largas horas para esclarecer el hecho en su totalidad. Las pesquisas arrojaron como resultado la aprehensión de Yorman Eduardo Figuera Guzmán (19).
El presunto homicida fue arrestado en las riberas del río Neverí, cerca de la plaza Las Aguas sector Cárcel Vieja de Barcelona. Fuentes extraoficiales develaron que la víctima se encontró con Figuera y al notar que poseía un teléfono de último modelo forcejeó con él, le quitó el celular y lo arrojó al río. Supuestamente Díaz Ibarreto se lesionó durante la pelea y terminó ahogándose, concordando con la autopsia que indicaba muerte por inmersión.
Durante el procedimiento los efectivos lograron recuperar el teléfono del occiso. El caso quedó a la orden de la Fiscalía Vigésima del Ministerio Público.
Barcelona/Oriana Mujica