sábado
, 23 de noviembre de 2024
El Tiempo Informando al Pueblo Oriental

Marianella Herrera Recuperar el sector salud sería la mejor manera de unificar al país

agosto 7, 2022
“Hemos puesto de nuestros propios bolsillos para comprar insumos médicos”, señala la doctora Marianella Herrera / Foto: Tal Cual

La presidenta del Observatorio Venezolana de la Salud, Marianella Herrera, aun en medio de la galopante corrupción que denuncia, abriga esperanzas de llegar a un acuerdo con el Gobierno para mejorar las condiciones sanitarias y del personal médico. Confiesa que han ofrecido al Ejecutivo asistencia y ayuda técnica, pero “no ha habido ninguna respuesta”.

–¿Requiere el sector salud una cirugía?

–Sí, y una cirugía mayor para recomponerlo de fondo. No una cirugía plástica y estética, sino reconstructiva, para recuperarlo. 

–¿Estaban preparados los médicos venezolanos para atender un parto sin el par de guantes reglamentarios?

–No. Jamás se está preparado para eso; no se debe estar preparado para eso. Un parto siempre se debe atender con guantes.

–¿Conoce otras carencias tan insólitas?

–Muchas, como la inexistencia de medicamentos básicos, como los indicados para bajar la fiebre o aliviar un dolor, no necesariamente los sofisticados.

–¿Cómo enfrentan la falta de insumos médicos y quirúrgicos?

–Una alternativa resultó hacer unas listas con lo indispensable y pedir a los pacientes para que colaboren. Otra vía son las donaciones de ONG e instituciones internacionales y nacionales, las cuales han sido también riesgosas para los médicos.  

–¿Cuánto cuesta enfermarse en Venezuela?

–A veces cuesta la vida. 

Ni con terapia 

–¿Están los hospitales en terapia intensiva? 

–No hay una terapia intensiva, ni siquiera para que los hospitales mejoren su operatividad. De estar en terapia intensiva podría decirse que al menos están recibiendo oxígeno y respiración asistida. Pero aquí no hay asistencia para los hospitales. 

–¿Cuántos fallecimientos han ocurrido por estas carencias? 

–A estas alturas ya hemos perdido la cuenta. 

–¿La peor epidemia? 

–La corrupción; de ella ha derivado el deterioro de la infraestructura hospitalaria. 

–¿Ha habido conexión entre el Estado venezolano y el Observatorio Venezolano de la Salud que usted dirige? 

–No la ha habido. A pesar de que hemos ofrecido asistencia y ayuda técnica, no ha habido ninguna respuesta.. 

–¿Es Venezuela un país de obesos? 

–Venezuela fue un país de obesos hasta hace 15 años. Siempre se asoció la obesidad a la inseguridad alimentaria. Era un signo de lo que vendría después. Era una obesidad con hambre oculta, sin nutrientes esenciales. 

–¿Hay desnutrición en Venezuela? 

–Y una desnutrición importante. Cuando se identificó 33% de desnutrición crónica en niños menores cinco años, en 2017, ya ahí entendimos que esta venía desde el útero materno.   

–Luego, ¿cómo percibe el futuro del país? 

–Muy oscuro, pues no tenemos una generación futura saludable. Es una generación que ya viene como una marca en deficiencia, en desventaja, defectos e incapacidades, la cual vamos que tener que atender. Hay que pensar a futuro la política pública necesaria para rescatar a esta generación. 

–¿Y el sistema alimentario? 

–Ha decaído. Habría que corregir los orígenes de este deterioro alimentario, en aspectos como el trabajo de las tierras, la comercialización, la distribución, las fallas en combustible, en equipos, el desorden de la producción nacional de alimentos, no acordes con las necesidades nutricionales de la población. Realmente es un problema difícil, pues estas fallas estructurales están muy arraigadas. Para solucionarlas hace falta conciencia.  

–¿Una cura revolucionaria contra el hambre? 

–No existe. Amartya Sen ya explicó la relación entre regímenes autoritarios y hambrunas. 

–¿El virus más venezolano? 

–El creer que va a venir una suerte de mesías mezclado con superhéroe a resolvernos los problemas. Los problemas los resolvemos nosotros. 

–¿Una operación que extirpe el rancho del cerebro? 

–La educación. 

–¿Una peste más fuerte que el odio y el resentimiento? 

–La venganza. 

Vuelta a la patria 

–¿Volverán los médicos venezolanos que se han destacado como los mejores a lo largo del planeta?  

–Quizás vuelvan si se establece un programa de retorno que pueda incentivar y motivar más allá del mero recurso económico, sobre todo a los más jóvenes, quienes están en mayor capacidad de hacer una vida a futuro y que no tienen los problemas de arraigo o de desarraigo tan sembrados dentro de sí y de su familia. 

–¿Qué pierde el país con esta diáspora médica? 

–Se pierde talento y recurso humano. Para nadie es un secreto las limitaciones que se presentan a la hora de conseguir un recurso humano para formar las siguientes generaciones de médicos. 

–¿Tiene el médico venezolano vocación social? 

–Él nace de la vocación y el trabajo social. Recordemos que todos los estudios médicos en Venezuela son públicos. 

–¿Necesita botox el rostro de Venezuela ante el mundo? 

–Más que botox, que solo es apariencia, necesitamos extraer el absceso que tiene Venezuela en un interior.  

–¿Reconoce algo positivo en la lucha contra el Covid que adelanta el Gobierno? 

–Quizás, el despistaje que se hacía en la entrada a Venezuela. 

–¿Las fallas? 

–Tienen mucho que ver con esto de no entender que Venezuela enfrentaba una crisis dentro de otra crisis, y pedirle a la gente que eligiera entre salir a contaminarse o quedarse en casa y morir de hambre. Era terrible. Había que tener una mejor estructuración en los programas de alimentación y los sistemas de beneficios de una población que ya estaba lo suficientemente maltratada.  

–¿Una institución desahuciada? 

–El Ivss. 

–¿El parásito social? 

–La corrupción. 

–¿Ha contado el personal médico con medidas de seguridad en la lucha contra la pandemia?   

–¡Para nada!, no hay guantes, no hay mascarillas, no hay trajes especiales en los hospitales públicos. Ha sido una lucha con las uñas de nuestros valientes médicos. Hemos puesto de nuestros propios bolsillos para comprar lo necesario y poder realizar bien el trabajo.  Estamos en verdadera desventaja para la protección y el tratamiento de los pacientes. Ahora bien, ¿cómo le pides a la gente que se lave las manos si no hay agua?    

Quijotes de la salud 

–¿Cuántos médicos han sido afectados por la pandemia? 

–Todos, simplemente porque la afectación no es solamente que te enfermes, sino trabajar en condiciones de real y verdadera desventaja por no contar con ningún insumo para la protección y el tratamiento de los pacientes. 

–¿Cuál es el panorama ante el nuevo brote del Covid? 

–Quizás, si hubiese una proporción importante de gente vacunada el nuevo brote se presentaría de una manera más leve. Sin embargo, hay mucho trabajo por hacer respecto a la vacunación, a la estructuración del tratamiento y a las recomendaciones sanitarias, como el lavado de las manos sin agua y otros aspectos básicos.  

–¿El balance del trabajo de los médicos integrales? 

–Es muy difícil hacer un balance porque desconocemos el censo de estos médicos integrales, cuya capacitación sigue siendo un tanto misteriosa. Si esta preparación fuera en términos de prevención estarían realizando un buen trabajo.  

–En cambio, ¿iría en misión a Cuba? 

–Sí, en misión de ayuda humanitaria. El cubano es un pueblo que ha sufrido mucho. 

–¿Hay posibilidades de llegar a un acuerdo con el Gobierno para mejorar las condiciones sanitarias del país? 

–Eso debería haber ocurrido hace tiempo. Ojalá se haga y se haga bien, con los criterios y normativas que deben regir la salud de un país, para poder superar los retos en materia sanitaria. Además, recuperar el sector salud sería la mejor manera de unificar al país.

–¿La malaria sociopolítica? 

–Volvemos a la corrupción. 

–¿Una vitamina para estimulas la lucha? 

–Resiliencia. 

–De ser usted ministra de la Salud… 

–¡Que difícil Dios mío! Un país sano es un país que piensa y puede enfocarse hacia el desarrollo. Pero, insisto, habría que utilizar la salud como elemento unificador del país.  

–El presidente Maduro ha manifestado su disposición de ayudar a los médicos venezolanos... 

–¡Buenísimo!, queremos ver las acciones. Todo lo que sea en positivo, vamos a hacerlo. ¡Pero ya!, porque esto era para ayer.

De perfil 

Marianella Herrera Cuenca, investigadora y profesora del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Dirige el Observatorio Venezolano de la Salud. Es médico cirujano, egresada de la UCV con un postgrado en Nutrición Clínica de la Universidad Simón Bolívar (USB). Miembro de la junta directiva de la Fundación Bengoa. Fue presidenta de American Overseas Dietetic Association (filial internacional de Academy of Nutrition and Dietetics) de Estados Unidos. Su amplia trayectoria contempla, entre otros, la dirección general de la Sociedad Venezolana de Obesología. 

Caracas / Jolguer Rodríguez Costa 

 ET 

 ÚLTIMAS NOTICIAS

El Tiempo crossmenu linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram