El suelo y las paredes crujen, la inclinación se vuelve natural y la humedad es la regla. Así son las casas frágiles que habitan cientos de ciudadanos en barrios de Venezuela que fueron declaradas en riesgo, pero nunca desalojadas, y ahora se hunden ante el abandono del Gobierno, aseguran sus habitantes a la agencia de noticias EFE.
Pese a que, hace poco más de una semana, el Ejecutivo venezolano entregó -según el presidente Nicolás Maduro- la casa número 4.100.000 de su plan habitacional bandera, la Misión Vivienda, quienes residen en zonas declaradas en alto riesgo aseguran llevar años esperando la adjudicación de un inmueble que los saque de las ruinas y les permita vivir en paz, explicó el servicio de noticias.
Todos se quejan han topado con "promesas vacías y se ven obligados, por falta de recursos, a vivir en sus casas a la espera de que las soluciones lleguen antes que los inminentes derrumbes", indicaron los vecinos que no creen ni en las cifras del gobierno de Maduro ni en los "cuentos de la oposición".
"Hace cinco años se derrumbó parte del inmueble donde vivo", explicó Irene Castillo, quien habita en Miranda.
"Quedarte sin nada de la noche a la mañana no es fácil (…) ya son cinco años esperando por el apoyo del Gobierno, entonces qué es lo que esperan", dijo esta madre de dos niños que ahora vive en un estacionamiento.
Hasta la fecha, no se han materializado las edificaciones prometidas por Maduro en una zona, cercana a Petare, donde 47 familias poseen casas con daños estructurales y el seguir de esa manera los pone en una alta condición de riesgo.
Caracas / Redacción Web