En el estado Anzoátegui hay varios problemas que afectan a la población, como por ejemplo las fallas en el sistema eléctrico o la falta de agua potable, no obstante, una de las situaciones que más padecen a diario los habitantes es la crisis del transporte público.
Aun cuando se ha notado una leve mejoría -se ven más buses y carritos laborando- en comparación con lo vivido hace dos años, cuando se decretó cuarentena radical por la pandemia de Covid-19, es evidente que este servicio no es el mismo de hace 10 o 20 años.
Según cifras oficiales del Sindicato Único de Trabajadores del Transporte en Anzoátegui (Sutta), en todo el estado laboraban unas 20 mil unidades, entre autobuses, busetas, carros por puestos, taxis u otras modalidades.
Actualmente la realidad es otra. El presidente del Sutta, Lorenzo Rodríguez, ha declarado en más de una oportunidad que en la entidad sólo trabaja 10% de la flota.
Incluso, durante los primeros meses de haber sido decretado el confinamiento, el dirigente llegó a afirmar que apenas 5% de los transportistas se encontraban prestando servicio en la zona norte del estado.
En ese entonces explicó que ese 95% de la flota que estaba parada no era solamente por falta de repuesto e insumos (razón principal que siempre argumentaba), sino también por las fallas en el suministro de combustible.
"El problema del sector transporte se ha venido agudizando de manera progresiva. La crisis de la pandemia empeoró más la situación. Muchos vendieron sus unidades, por partes, a precio de gallina flaca, y cuando se dieron cuenta tenían un cascarón vacío. Esto trajo como consecuencia que 70% de los profesionales del volante estén pasando hambre y miseria, muchos se hallan lavando carros en las calles, otros son vigilantes. Es una situación totalmente deprimente", afirmó en entrevista para El Tiempo el presidente del Sutta, Lorenzo Rodríguez.
Adicional al tema de la escasez, no se puede dejar de mencionar que son pocas las unidades que en la actualidad se encuentran en óptimas condiciones.
Muchas tienen desperfectos en los asientos, otras no cuentan con todos sus vidrios de las ventanas y algunas tienen el piso deteriorado, entre otras de las muchas fallas que presentan.
En Anzoátegui los transportistas se organizaron y crearon una coalición para luchar por mejoras para el sector transporte. Esta agrupación se encuentra integrada por diversas organizaciones sindicales entre ellas, Sutta, Sutranzoátegui, Stio, Sindicato Colectivo Nacional de Transporte y el Movimiento Bolivariano Profesional del Transporte. En los últimos días se han estado reuniendo con autoridades regionales para buscar solución a las fallas en suministro de gasolina, anarquía en las rutas y falta de inversión en el sector.
Inclusive varios de los autobuses y carros por puestos, por lo general, emanan una cantidad exagerada de humo que ingresa a la parte interna de los vehículos, lo cual afecta la respiración de los usuarios y minimiza el efecto de cualquier perfume.
"Para ir al trabajo es terrible montarse en un carrito de esos que te dejan podrido. Lo peor es que no puedo ponerme a escoger en qué carrito irme, porque si dejo pasar uno para esperar mayor comodidad, capaz y tardo más en llegar al trabajo porque hay pocos laborando ahorita. Entonces lo que he optado por hacer es llevarme mi perfume, y cuando me bajo del carrito me vuelvo a echar para ver si se me va el olor a humo", contó el técnico en refrigeración, Wilfredo Machado.
El gobierno nacional, tanto en la gestión del presidente Hugo Chávez como en la del actual mandatario Nicolás Maduro, ha implementado planes para corregir las fallas del servicio de transporte a nivel nacional.
Sin embargo, en el caso de Anzoátegui, la mayoría no ha surtido el efecto deseado y otros han quedado a medias.
Por ejemplo, una de las primeras acciones que implementó el Estado, a través de la Misión Transporte, fue la adquisición de unidades de transporte marca Yutong, tras un acuerdo con China.
Estos buses, conocidos popularmente como "los rojitos", al principio causaron sensación porque eran modernos, cómodos y hasta contaban con aire acondicionado.
Al estado Anzoátegui fueron llegando por lotes hasta alcanzar la cifra de 800 unidades, de acuerdo con datos aportados por el Sutta. No obstante, el presidente de ese gremio, Lorenzo Rodríguez asegura que actualmente sólo están activas unas 50 de éstas.
"Aunque el amigo del Órgano Superior del Transporte en Anzoátegui (Dilio Marcano) dice que hay más de 100, yo quisiera verlas. La realidad es que no quedan 50 en toda la geografía del estado", apuntó.
Esto fue confirmado por habitantes de sectores de Puerto La Cruz, como Bello Monte y El Paraíso.
"Yo tengo familia en Bello Monte y ellos me dicen que antes había dos autobuses rojos, pero que ahora se ve uno solo y una vez a la cuaresma. En el caso de El Paraíso eso brilla por su ausencia. Antes había bastante buses rojitos", comentó el señor José Prada.
Otra de las soluciones que implementó el gobierno nacional fue la creación de las proveedurías para que los transportistas adquieran repuestos e insumos a bajo costo.
Para finales de 2015, ya se habían creado cuatro tiendas de este tipo, según lo informado por Lisandro Marcano, quien para ese entonces era el director de transporte del estado.
En su oportunidad, el funcionario dijo que 23 mil conductores registrados en el sistema serían beneficiados con el expendio, a bajos precios, de filtros, baterías, cauchos y pastillas de freno, entre otros insumos.
Sin embargo, hoy en día estos espacios no surten con regularidad a los profesionales del volante que hacen vida en la entidad oriental.
"No vamos a negar que a las proveedurías llegaron muchos insumos, pero no fueron lo suficientemente bien administrados y distribuidos. Esta situación ya la denunciamos hace tres años ante la Fiscalía para que se investigue el caso", agregó el sindicalista Lorenzo Rodríguez.
Uno de los planes para mejorar el servicio de transporte público que fue anunciado "con bombos y platillos" fue el sistema Bus de Tránsito Rápido (BTR) Cacique Cayaurima, modalidad que fue inaugurada el 18 de noviembre de 2015 con la presencia del presidente Nicolás Maduro.
Precisamente ese día, el mandatario nacional aseguró que este sistema, el cual movilizaría a más de 80 mil personas al día, convertiría el servicio de transporte en el más moderno de Anzoátegui.
"Estamos inaugurando un sistema de buses que los va a llevar todos los días. Buses acordeones, con capacidad para 200 personas, con aire acondicionado y cámaras de seguridad. El sistema de buses más moderno que jamás haya visto el estado Anzoátegui", manifestó en esa ocasión.
De acuerdo con la información aportada por las autoridades, el BTR cuenta con 17,5 kilómetros comprendidos entre el estacionamiento del mercado de los campesinos, en Barcelona, hasta la redoma Alberto Lovera, en Puerto La Cruz.
Cuando fue inaugurado, las autoridades anunciaron que el sistema funcionaría con 35 autobuses Yutong, tipo acordeón, 19 paradas y dos terminales. En el BTR, según cifras oficiales, se invirtieron alrededor de 640 millones de bolívares.
El día de la puesta en marcha del sistema, el director de transporte de la entidad, Lisandro Marcano, explicó que este proyecto contemplaba una segunda fase que incluía climatización de las estaciones (aire acondicionado), colocación de indicadores de destinos dentro de ellas y la construcción de una parada en el sector Molorca, la cual serviría de transferencia para otras rutas.
Uno de los problemas que más ha afectado a los transportistas anzoatiguenses en los últimos meses tiene que ver con la distribución de combustible (gasolina y diesel). Afirman que la cantidad subsidiada que les permite surtir el Estado no es suficiente. "Es doloroso lo que estamos viviendo, pues a veces tenemos que pagar a los bomberos 10 dólares por 30 litros de combustible. Si yo pago 10 dólares diarios, qué como entonces", comentó el conductor Wilfredo Soto, quien presta servicio en el sector Las Delicias de Puerto La Cruz.
En ese entonces no lo mencionó, pero cuando el proyecto fue presentado, en unas de sus intervenciones en los medios de comunicación, el gobernador de este momento, Aristóbulo Istúriz, aseguró que en las paradas habría baños, taquillas para adquisición y recargas de las tarjetas electrónicas, grúas e incluso servicio paramédico por si se presentaba alguna emergencia.
La parada de transferencia se construyó con retrasos, los indicadores de destinos también se colocaron, pero los baños, la climatización de estos espacios, la colocación de taquillas y el servicio de grúa y paramédicos, nunca se concretó.
Sólo algunas estaciones han recibido "un cariñito" de parte de las autoridades, sobre todo las que están ubicadas en Barcelona, donde se hicieron algunas rehabilitaciones y se colocaron bancos con material reciclable, a través del plan "Todo se Transforma", que impulsó Luis José Marcano en su gestión como alcalde de esa ciudad.
Las autoridades prometieron que los pasajeros esperarían por las unidades del BTR un máximo de 10 minutos. Esto se cumplió en las primeras semanas, pero a medida que transcurrieron los días el promedio fue subiendo a 20 o 30 minutos.
Pese a eso, y ante el bajo costo del pasaje en este sistema, el coordinador general del Comité de Usuarios de la zona norte del estado, Pablo Malavé, llegó a declarar en más de una oportunidad, meses después de la inauguración, que 60% de los pasajeros habían migrado del transporte tradicional privado al BTR.
Y es que además de las tarifas accesibles, las unidades del sistema eran cómodas, tenían aire acondicionado y permitían llegar rápido a los destinos gracias a sus más de 10 kilómetros de canal exclusivo.
No obstante, hoy la realidad es otra, pues en muchos de los buses articulados ni se siente la climatización, el deterioro es evidente, tanto en las unidades como en las paradas, y el tiempo de espera en cada estación puede ser de hasta más de una hora.
"Primero empezó bien, pero esto no sirve ya, no hay bombillos, todo esto está sucio, se mete el agua en las estaciones cuando llueve, los autobuses vienen de una a dos horas, esto es horrible", comentó la señora Lourdes Guillén, quien recientemente se encontraba esperando una unidad en la estación de puente Bolívar, en Barcelona.
Cabe mencionar que en uno de los estacionamientos del complejo polideportivo Simón Bolívar hay decenas de unidades del BTR dañadas.
Algunas están sin ventanas, mientras que otras no cuentan con cauchos.
A juicio del presidente del Sutta, Lorenzo Rodríguez, para rescatar el sector transporte se debe retomar la política de entrega de créditos para repotenciación y adquisición de nuevas unidades de transporte.
Además, considera que es necesario que se reactive la Mancomunidad del Transporte Terrestre Urbano (Mttu) del estado Anzoátegui para que el funcionamiento del servicio sea más ordenado.
"Al reactivar la mancomunidad aquí se pone la situación más a Derecho. Hace cinco años, cuando funcionaba la mancomunidad no había tanta anarquía. Estamos buscando la forma de poner orden en la casa, por eso nos hemos estado reuniendo con el gobernador y alcaldes y nos han dado el visto bueno para activar la Mancomunidad del Transporte", concluyó.
Puerto la Cruz / Jesús Bermúdez Pino
